Apoyo el
mensaje que habla de Lorenzo y Custodia. Es un placer ir a la
tienda y estarte media hora esperando el
pan, con comentarios, amables y simpaticos.
Y que decir, cuándo les pides un favor, o tocas el timbre cuándo ya está cerrado. Ni una mal gesto.
Mi apoyo al reconocimiento de esa actitud.