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Todos sabiamos de la larga y penosa enfermedad de Virgilia
Ayer nos dejo. En silencio, como si no quisiera molestar, discertamente, como ha sido toda su vida.
Nos unimos a Teodosio en su dolor, Dios le de fuerzas para seguir adelante.
A su hermana Maria Jesus animos, para que pueda superar este dolor.
Por nuestra parte la recordaremos en nuestras pequeñas oraciones. Q. E. P. D.
Ayer nos dejo. En silencio, como si no quisiera molestar, discertamente, como ha sido toda su vida.
Nos unimos a Teodosio en su dolor, Dios le de fuerzas para seguir adelante.
A su hermana Maria Jesus animos, para que pueda superar este dolor.
Por nuestra parte la recordaremos en nuestras pequeñas oraciones. Q. E. P. D.
Lenta pero inexorablemente el pueblo se hace viejo... y se muere. Es obligación nuestra la de mantener sus edificios y repoblarlo en lo posible. Cuando alguien se va algo nuestro se va y nos deja ese poso amargo que nos entristece tanto. Los inviernos son largos y duros para todo el mundo pero más si cabe para las personas mayores y además si hay enfermedades que no ayudan precisamente a ir sorteando las duras pruebas que nos ofrece la vida, el asunto se complica aún más. Todos hemos perdido a alguien querido en el pueblo y cada año que pasa la sensación que nos queda es que la falta de gente cada invierno se está conviertiendo poco a poco en epidemia.