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tienes razon patxi 30 dias son mucho para estar pero a mi me gusta tu sabes lo que seria estar 30 sias en el pueblo en invierno
Hola Txus:
Para pasar el invierno en Riego de una manera digna es fundamental tener la casa bien acondicionada. El frío de la calle se combate con abrigo, gorro y bufanda pero, leches, el frío de casa se mete en los huesos. Nuestras casas, o al menos la de mi suegra, están pensadas para el verano. El poco calor que tenemos se va por todas las rendijas y así no se puede vivir. Ahora bien, en un escenario diferente, con tu casita bien sellada, con tu WIFI, en fin, con las comodidades de la ciudad, la cosa sería diferente. Cuando uno llega a casa y en la calle hay 5 bajo cero, el calor reparador del hogar es la recompensa. Si cuando llegas a casa, lo que te espera es una cama-tortura china- dura, mojada, larga, eterna; ocho horas, en el mejor de los casos, por delante... GRRRR. Cada día es lo mismo, un rito auténtico, te pones el chandal más viejo, los calcetines de lana, te haces un ovillo y te lanzas bajo la manta zamorana que tu suegra te ha puesto sin duda en un alarde de buena voluntad... y allí te quedas... aplastado por la mantita y... el frío demoledor. La puñetera manta parece una lápida y dentro sigue haciendo un frío de cojones. Después de una hora sueltas un pie, luego el otro, más tarde una mano, luego la otra... pero donde las tenías al principio... ya se ha enfriado de nuevo. Miras al reloj... no pasan las horas. Te levantas... paseas... ojeas la prensa...4 de la mañana... la gente roncando como si durmiera (creo que me vacilan, allí no hay quien pare).
Por fin dan las 8 de la mañana, o las 10, je je, o las 12, la gente se levanta, todos dicen que han dormido bien, que ha hecho un poco de frío pero que no es para tanto pero... los dientes les tiemblan.... Bah, mentirosos. El consuelo que me queda es que en todo el pueblo se repite la estampa matutina.
Parece que es broma pero el frío de Riego en casa de mi suegra es asunto muy serio.
Para pasar el invierno en Riego de una manera digna es fundamental tener la casa bien acondicionada. El frío de la calle se combate con abrigo, gorro y bufanda pero, leches, el frío de casa se mete en los huesos. Nuestras casas, o al menos la de mi suegra, están pensadas para el verano. El poco calor que tenemos se va por todas las rendijas y así no se puede vivir. Ahora bien, en un escenario diferente, con tu casita bien sellada, con tu WIFI, en fin, con las comodidades de la ciudad, la cosa sería diferente. Cuando uno llega a casa y en la calle hay 5 bajo cero, el calor reparador del hogar es la recompensa. Si cuando llegas a casa, lo que te espera es una cama-tortura china- dura, mojada, larga, eterna; ocho horas, en el mejor de los casos, por delante... GRRRR. Cada día es lo mismo, un rito auténtico, te pones el chandal más viejo, los calcetines de lana, te haces un ovillo y te lanzas bajo la manta zamorana que tu suegra te ha puesto sin duda en un alarde de buena voluntad... y allí te quedas... aplastado por la mantita y... el frío demoledor. La puñetera manta parece una lápida y dentro sigue haciendo un frío de cojones. Después de una hora sueltas un pie, luego el otro, más tarde una mano, luego la otra... pero donde las tenías al principio... ya se ha enfriado de nuevo. Miras al reloj... no pasan las horas. Te levantas... paseas... ojeas la prensa...4 de la mañana... la gente roncando como si durmiera (creo que me vacilan, allí no hay quien pare).
Por fin dan las 8 de la mañana, o las 10, je je, o las 12, la gente se levanta, todos dicen que han dormido bien, que ha hecho un poco de frío pero que no es para tanto pero... los dientes les tiemblan.... Bah, mentirosos. El consuelo que me queda es que en todo el pueblo se repite la estampa matutina.
Parece que es broma pero el frío de Riego en casa de mi suegra es asunto muy serio.