Otra observación más, relativa al reparto del chocolate que alguna asociación hizo gratuitamente para el pueblo. Es curioso cómo alguna de las componentes del equipo que repartía el chocolate, no todas gracias a Dios, e incluso ciudadanos y ciudadanas de una cierta edad que estaban en la cola, ponían mala cara a la posibilidad de repartir dos vasos de chocolate en vez de uno a los jóvenes del pueblo, casi todos ellos de "fuera". Digo curiosamente porque en algún caso, esa misma gente mayor, que se siente del pueblo, es la misma que solicita trozos de empanada, uno tras otro, también servidos de forma gratuita por los miembros de la comisión, casi todos de "fuera", aunque no quede para nadie más. Sí señor, eso se llama coherencia.
Otra cosa, también es una curiosidad digna de estudio comprobar cómo aumenta el censo cuando hay un reparto gratuito de lo que sea: limonada, cacahuetes, cortezas, empanada. Van los de siempre y un pequeño ejército de personas que sólo aparece en estas ocasiones tan especiales y que también coincide curiosamente -atención al dato- con gente que no ha soltado un euro para la organización de las fiestas. Este no es sino otro ejemplo más de coherencia y generosidad sin límites. Ya sé que alguno se va a revolver contra mí pero... me importa un pito.
Otra cosa, también es una curiosidad digna de estudio comprobar cómo aumenta el censo cuando hay un reparto gratuito de lo que sea: limonada, cacahuetes, cortezas, empanada. Van los de siempre y un pequeño ejército de personas que sólo aparece en estas ocasiones tan especiales y que también coincide curiosamente -atención al dato- con gente que no ha soltado un euro para la organización de las fiestas. Este no es sino otro ejemplo más de coherencia y generosidad sin límites. Ya sé que alguno se va a revolver contra mí pero... me importa un pito.