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RIEGO DEL CAMINO: ¡Por Dios Patxi ¡, ¡que en mi familia tenemos muchos...

El 27 de Junio de 1506 se produjo el regreso de Flandes de la reina doña Juana la Loca, heredera de la Corona de Castilla por muerte de su madre Isabel la Católica y fue entonces cuando su marido don Felipe el Hermoso, ante la incapacidad de la reina de ejercer su cargo, y don Fernando el Católico, su propio padre, quisieron hacerse con la regencia de Castilla. Tras varios intentos de acuerdo y conciliación entre ambos y después de que don Fernando fuera abandonado por casi toda la nobleza castellana (el Conde de Benavente llega incluso a cerrarle las puertas de la villa y a prohibir que se le acogiera en cualquiera de las aldeas pertenecientes a sus señoríos) la primera entrevista importante tuvo lugar en REMESAL DE SANABRIA, a donde acudieron, desde Rionegro, don Fernando, desarmado, y don Felipe, desde Puebla de Sanabria, completamente armado y acompañado de 1000 flamencos. Ante el fracaso de la entrevista y la evidente hostilidad de don Felipe, don Fernando se retira a Villafáfila mientras que don Felipe se dirige a Benavente. La elección de Villafáfila, a pesar de no tener buenas defensas, se debía a que ésta era la villa más importante de la "Orden de Santiago" cuyo administrador era don Fernando. En 1497, éste se la había quitado a don Pedro Pimentel, hermano del Conde de Benavente, que la retenía ilegalmente desde hacía 30 años, para devolvérsela a don Fernando de la Vega, Comendador de Castrotorafe. El Comendador formaba parte del escaso séquito que acompañó a don Fernando en aquellos días. Aquí se hospedaron en casa de algunos vecinos ricos pues en esos años el castillo y la casa que estaba contruída en él, estaban casi derruidos.
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Don Felipe envió mediadores un muchas ocasiones a Villafáfila para tantear a don Fernando. Estas reuniones tuvieron lugar en la iglesia de San Martín y, según la tradición oral, fueron pródigas en voces y gritos y tan alto tono tuvieron que el vocerío se escuchaba desde la casa de los Pimentel, en la plaza. Finalmente el rey accedió a firmar las denominadas "Capitulaciones de Villafáfila", por las que renunciaba a cualquier derecho sobre el gobierno de Castilla, aunque la reina no fuese capaz de gobernar o incluso muriese antes.
Paralelamente, y aquí viene lo bueno, don Fernando firmó ante testigos una protesta semisecreta en la que manifestaba que firmaba la CONCORDIA contra su voluntad y por salir de la peligrosa situación en la que se encontraba pero que su ánimo era rescatar del cautiverio a su hija y recobrar la administración del reino de Castilla en cuanto pudiese. Obviamente ésto no le sirvió de nada. Después de un último encuentro cerca de Valladolid, el rey "Católico" se retiró a Aragón quedando como administrador de Ordenes Militares y disfrutando de otras rentas y provechos.

Según algunos historiadores, los 1000 flamencos que se trajo don Felipe, durante una época hicieron de las suyas en Tierra de Campos. Este ejército lo formaban tanto militares de carrera, los menos, como mercenarios, veteranos de otras guerras y ya sabemos que, en esta época, este tipo de gente cogía lo que quería (en todos los ámbitos).
No hay duda que muchos de los rubios de ojos azules que hoy viven en la zona descienden de aquellos flamencos. No hay más que imaginar al campesino de aquella época, propiedad del Rey o de la Iglesia, pobre, currante y temeroso de Dios, cómo debía sentirse ante tipos de porte imponente, subidos a caballos igual de imponentes, armados hasta los dientes y... en absoluto temerosos, ni del Rey ni de Dios. En fin, lo de siempre.

¡Por Dios Patxi ¡, ¡que en mi familia tenemos muchos ojos azules ¡
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pues ya sabes... flamenca mía. je je.
jajaja esta respuesta es genial..... mira lo que descubre uno Fraguas. (lo digo con sentido del humor eh?..)