Parece mentira lo que hemos avanzado en el pueblo. Y qué recuerdos! Cuando hablaís de la tienda de la Sra. Ana y José María, claro que nos acordamos, era el sitio de llamar a la familia. Recuerdo siempre a mís abuelos, que si pasaba cualquier cosa, ya estaban los pobres llamando. Pero lo más icreible, era lo bonito que era ese teléfono, una verdadera joya. Y lo que dice mí prima, las conversaciones eran oìdas por todos los que estabamos allí, es decir, no había secretos.
Cuando paso junto a los locutorios de ahora, que solamente usan los emigrantes, recuerdo el de Riego, que no hace tantos años lo usabamos nosotros.
Cuando llegaban las vacaciones escolares las mamas, con los niños, para casa de los abuelos, los papas se quedaban trabajando, hasta que tenian vacaciones.
Como era mucho tiempo, separados usabamos mucho el telefono.
¿Os acordais de los avisos de conferencia?
Venian a casa y te decia Ana ó Jose Mª te decia: Para tal hora tienes conferncia.
Procurabas estar a la hora, aunque siempre se retrasaba un monton. Nos juntabamos muchos, porque tenia que ser cuando los maridos no trabajaban, casi siempre a las tardes.
Cuando llegaban las vacaciones escolares las mamas, con los niños, para casa de los abuelos, los papas se quedaban trabajando, hasta que tenian vacaciones.
Como era mucho tiempo, separados usabamos mucho el telefono.
¿Os acordais de los avisos de conferencia?
Venian a casa y te decia Ana ó Jose Mª te decia: Para tal hora tienes conferncia.
Procurabas estar a la hora, aunque siempre se retrasaba un monton. Nos juntabamos muchos, porque tenia que ser cuando los maridos no trabajaban, casi siempre a las tardes.