Ofertas de luz y gas

RIEGO DEL CAMINO: Hola chicos:...

Hola chicos:
el otro día me pasó algo curioso. Como los entendidos dicen que es bueno andar, fui de Riego a Fontanillas por los caminos, cosa bastante aburrida por cierto. Una vez en Fontanillas entré en el bar que está junto a la gasolinera para mojar el gaznate. El bar estaba vacío y un señor que estaba tras la barra, se supone que para atenderme a mí, me miró con indiferencia y aburrimiento. Hombre, ya sé que no soy un Adonis y que este señor no tenía que "hacerme la ola" pero la mirada que me dirigió significaba exactamente ésto: "Ya viene este tío a tocarme los cojones, con lo tranquilo que estaba yo". En la televisión ponían las carreras de atletismo de la Olimpiada. En fí, todo muy bucólico. Yo saludé alegre (cosa rara): Buenos días. Respuesta: silencio. El señor estaba fregando el suelo y no contestó. Por lo visto hay gente que no sabe hacer las dos cosas: fregar y contestar. Por supuesto, ni una mirada, ni nada de nada. Yo estaba preocupado pues a veces, y en este tipo de situaciones, debo volverme invisible, o transparente o... menguante. El tipo ni pestañeaba. Pedí con amabilidad: ¿Me puede poner un Nestea por favor?. Recuerdo la frase porque estaba bien articulada, sujeto, verbo, complementos... Respuesta: silencio. Bien, pensé, el asunto debe ser gravísimo. Acabo de hacer una dieta y me he pasado. He bajado tanto peso que este señor no me ve pero es que ADEMÁS DEBE SER SORDO. De repente, como un chispazo, el señor se entonó, sí, sí, se vino arriba y me preguntó con voz trémula: ¿perdón?. Joder.... claro que te perdono majo: ponme un Nestea, con hielo y cóbrame por favor. Todo a la vez para que no haya silencios incómodos. Cuando me fui del garito dije: Hasta luago, gracias. Respuesta: silencio. Había sido un espejismo. Lo que más me jodió fue que todavía me quedaba la vuelta a Riego. En fin, "cosas veredes maese Pérez".