Ahí lo tienen. De porte imperial: buena persona, amable, servicial, en suma, un buen tipo. Quizá de los que ya no quedan. Tuvo su tienda, ahora parece que ya no. En los buenos momentos y en éstos, no tan buenos, en los que se recupera de achaques propios de la edad, sirva este texto como reconocimiento a su fugura. Don Lorenzo Garza, de los Garza de Riego, tan de Riego como las amapolas, vamos a echarte de menos.