Patxi, todo esos momentos que has explicado con fotos es lo que tenemos y guardamos en la retina año tras año, y que no nos lo quite nadie.
No dejemos morir este foro porque de lo contrario se nos moriría un poquito Riego. Patxi, lo que dijiste en recuerdo de Maxi me emocionó. Hay que ver cómo se le echa de menos en el barrio... Pasas por su puerta y lo primero que ves es el precioso aldabón dorado de la puerta... acto seguido diriges la mirada hacia arriba deseando ver la bandera del Athlético en la ventana pero ya no está, y da una enorme tristeza... Aunque Maxi se nos fue sigue vivo en nuestro corazón y en nuestro recuerdo.
Había una vez un pueblo o, mejor dicho, un barrio... al fondo del pueblo, al final de La Vereda, junto a la cuesta de la iglesia. Había un barrio con gente alegre, con mucha gente, con bullicio... Mauricio, su señora y sus nietas, Josefa y su marido, sus hijos y sus nietos, Simón, su hermano Tomás y su madre, Gloria, Ignacio y su familia, María Elena, Pedrín y toda su troupe.... A la vuelta estaban Mari Luz, Maxi y Patricio y toda la muchachada..... eran tiempos felices. Los veranos olían a barbacoa y sabían a torreznos. Felipe montaba las hogueras por San Roque.... la chiquillería corría por La Vereda con sus bicis relucientes, bicis que se pinchaban una y otra vez pero ésto nunca era un problema: Lorenzo nos sacaba del aprieto con su infinita sonrisa socarrona. Hoy los tiempos han cambiado, demasiado diría yo. Algunos ya no están y en nuestra calle hay silencio, demasiado silencio. Algunos se fueron porque quizá les iba tocando, otros se fueron sin avisar.... en silencio, como disculpándose. Maxi se ha ido muy rápido, muy joven.... realmente no le tocaba. Con todas sus ausencias nuestra calle ya nunca será la misma.... faltan demasiados.