Aunque andaluza nunca llego a ser, mi abuela María de la
Fuente Martínez, siempre tuvo presente su
pueblo Riomanzanas; de pequenos nos inculco a todo lo maravilloso que era el
Jardín de Aliste, nos contaba historias de antaño, de la
naturaleza viva que siempre ha recorrido sus
calles, de su gente, en sí siempre tenia a Riomanzas en su boca.
Hace unos años, mi madre, Angeles Medero de la Fuente, que también nació allí y yo, decidimos dejar el calor de
Sevilla y conocer las raices de mi abuela. Fue
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