Era un
pueblo muy bonito, por sus
casas, sus
montañas y por sus dos
ríos que lo limitan y lo divide, que le daban verdor a sus
paisajes. De ese pueblo ya queda muy poco, los paisajes de montañas quemadas, sus
puentes de
piedra y losa, hoy cementados y en mal estado, sus ríos cementados, en fin que quiere que os diga, yo cada vez que voy, me encuentro el pueblo mas destrozado.