Sampil ha tenido a lo largo de la
Historia diferentes nombres: Hasta muy entrada la Edad Media se le conoció como Sant Pir, sobre el año 1714 aparece con el nombre de
San Pil y más recientemente en 1812 como Sampín.
Don José Godoy Alcántara, miembro de la Real Academia de la Historia, comenta en su libro "Ensayo histórico etimológico filológico sobre los apellidos castellanos" (
Madrid, 1871), que era
costumbre que los
santos titulares de las
iglesias dieran nombre a la población, que a su vez constituía apellido. El transcurso del tiempo y el acento peculiar de cada localidad han introducido profundas alteraciones en la pronunciación y escritura de estos nombres, así Sampil, Sampir, Samper, Semper, Sempere, San Pedro, podrían provenir del mismo
santo. Muchos apellidos estaban inspirados por creencias religiosas y formados por denominaciones de divinidades, cargos y oficios eclesiásticos.
Al tratarse de un
pueblo tan pequeño, apenas existen reseñas y documentos históricos; se describen aquí las únicas referencias halladas en diferentes documentos que he podido recopilar.
Hay indicios de la existencia en su término municipal de un antiguo castro celta de la Edad del Hierro, que podría haber estado situado en un pequeño promontorio conocido con el nombre de la
Plaza en el interior de un denso bosque de robles próximo al paraje conocido con el nombre de la Raya. Recientemente se han encontrado restos arqueológicos en dicho lugar. Es probable que tal asentamiento castreño perdurara hasta la invasión árabe.
Al igual que en el resto de Sanabria, los celtas, galaicos,
romanos, suevos, visigodos, árabes y mozárabes habitaron sus tierras.
En el siglo VI todos los
pueblos de Sanabria pasan a depender del Obispo de
Lugo, hecho que se cita en el Concilio de la ciudad.
En el siglo X, aparece por primera vez el nombre de Sant Pir (nombre con el que se conoce en esa época al actual Sampil), asociado a un
monasterio que debió existir en el pueblo; la ubicación exacta de dicha institución es un misterio, ya que se carece de restos arqueológicos, aunque ciertos ancianos del pueblo aseguran que debió estar próximo al paraje denominado El Rebouzo (cerca de la
Escuela); cierto o no, en ese lugar, aparecen determinadas
señales en el suelo que podrían ser indicios de su existencia. En febrero del año 927 se celebra un pleito durante 3 años, en dicho monasterio, entre el Abad de San Martín de Castañeda y un tal Ranosindo (hijo del Eldonsindo) y sus gasalianes acerca de unas pesquerías y tierras en
Galende. El rey Ordoño II nombra unos jueces que aplicando la prueba del
agua hirviendo, devuelven las pesquerías a los monjes, que nuevamente vuelven a perder, para que definitivamente las recuperen en el año 952, con una nueva intervención de Ordoño II. Estos hechos se explican, porque en aquella época los
monasterios aparte de lugares eclesiales, se utilizaban como espacios de la comunidad.
En el año 1142, Pedro Gutiérrez (de sobrenombre el Cristiano), segundo hijo del conde Gutierre Eriz y natural del Bierzo, se hace monje y dona al Monasterio de Carracedo unas propiedades en Sampil y otras localidades cercanas como Barrolino, Castellanos, Chaguaceda,
Valdespino, etc que habían sido heredadas de su abuela Elvira Fernández. En el año 1150, dichas propiedades pasan al Monasterio de San Martín de Castañeda al ponerse Pedro Gutiérrez al frente del mismo. Este monje llegaría a ser obispo de Astorga, dada su gran influencia en la zona, no en vano estaba emparentado con Ponce de
Cabrera, Señor de Sanabria y cercano a los reyes Alfonso VII y Fernando II. Como veremos a continuación, esta posesión de heredades por parte del Monasterio no implicaba la dependencia de éste, oponiéndose incluso los propios vecinos a tal sumisión.
Al contrario que en los pueblos del resto de Sanabria, la
iglesia de Sampil, junto con las de los vecinos Castellanos y Valdespino, quedan al margen de la autoridad monacal hasta el siglo XVIII, ya que fueron compradas (pueblo e iglesia) el 3 de marzo de 1181 por un hombre rico de la comarca probablemente perteneciente a la nobleza y cuyo nombre era Martín Vermúiz, a Constanza Osóriz, hermana del conde Gonzalo Osóriz. Es por tanto, Martín Vermúiz y no el Monasterio el que recibe los beneficios o rentas que tiene que pagar el Concejo por la iglesia.
En 1714, el pueblo y la iglesia de San Pil (actual Sampil) pasan a pertenecer al Monasterio de S. Martín de Castañeda, lo que implica el pago de la correspondiente dote anual a los monjes del monasterio. (Tumbo de Castañeda. Archivo Histórico Nacional Madrid 170 B).
En el muro de la iglesia existen una inscripciones (no muy claras) con el año 1723, probablemente el de su construcción o reconstrucción, al lado aparecen 15 letras cuyo significado se desconoce: AIDOCVZCLONCNIO.
Aunque según algunas teorías, 14 de estas letras podrían indicar un conjuro contra la peste, los maleficios diabólicos, así como para ahuyentar las brujas y el mal de ojo.
En 1743 aparece el nombre de Sampil, junto con los de Barrolino y
Robleda, como pertenecientes a la iglesia matriz de Chaguaceda, lugar donde se firma una visita del Obispo de Astorga a la Iglesia de San Amaro (Triufé).
En este siglo XVIII pertenece administrativamente a lo que era, la provincia del Conde de Benavente, de marcada influencia señorial.
En 1812 pasa a pertenecer definitivamente a la provincia de
Zamora con el nombre de Sampín.
Es a finales del siglo XIX, cuando se produce un mayor enriquecimiento en la Iglesia Parroquial de Sampil, en cuanto a ornamentación se refiere. Así, en el año 1866 es instalada la
campana pequeña de la Iglesia, el 25 de abril de 1885 se instala la
Cruz de Misión en el
pórtico y por último en el año 1890 se instala la campana grande de la Iglesia, dedicada a los mártires San Fabián y San Sebastián (patronos del pueblo).
A principios del siglo XX, se produce una gran emigración a
Cuba y
Argentina, lo cual no impide que Sampil tenga un pequeño resurgimiento, hasta el punto que alcanza en el año 1918 los 374 habitantes, ocupando el puesto 14º de población de la comarca de Sanabria.
El 28-5-1933 se inaugura la Escuela por la Junta Gestora constituida por Roque Alvarez
Ferreros, Manuel Arias y Deogracias García.
En 1951 se inaugura la
Fuente de la Plazuela.
En la década de los 60, la población de Sampil empieza a decaer notablemente, debido al éxodo rural que se produce hacia la ciudad, especialmente Madrid,
Sevilla y en menor
medida
Barcelona, Bilbao y Zamora, esto lleva a un envejecimiento paulatino de la población. No obstante, esta situación se ha invertido últimamente, ya que muchas personas que emigraron en esos años, han obtenido la jubilación y viven gran parte del año en el pueblo.