Los jóvenes, los pocos que quedan en los pueblos, no quiere saber nada de huertos. Cortinas y huertos que primorosamente cultivados surtían a la familia de los más variados productos para todo el año, ahora aparecen abandonados y los pocos huertos plantados lo son por los mayores, entre ellos por muchas mujeres qué permanecen solas en el mundo rural.