10 formas de dejar de fumar
Primera:
Fume objetos alternativos: trozos de moqueta, barras de pan, periódicos financieros. Procure no engancharse a esos vicios.
Segunda:
Lleve a cabo una terapia de choque: fume varios cientos de cigarrillos al día hasta que lo aborrezca. Si no tiene éxito, aumente la dosis. Procure no morir de cáncer antes de acabar la terapia.
Tercera:
Hágase amputar brazos y piernas para no tener forma de sujetar un cigarrillo.
Cuarta:
Contrate a diez o doce macarras para que, cada vez que usted saque un cigarrillo, lo rodeen diciendo: "Déjame un cigarrito, campeón".
Quinta:
Puesto que, según los expertos, es más difícil dejar el tabaco que la heroina, pase a consumir heroina y luego déjela. Así le será más fácil.
Sexta:
Cuando sienta deseos de fumarse un cigarrillo, cómase tres.
Séptima:
¿Siente deseos de fumar?. Acuda a un gimnasio y grite: " ¡Aquí no hay hombres!. ¡Todos contra mí, nenazas!".
Octava:
Envíe cartas al Ministerio de Hacienda hasta que consientan en multiplicar por cien los impuestos sobre las cajetillas de tabaco.
Novena:
Realice arriesgadas y estúpidas operaciones bursátiles hasta que se arruine completamente y se quede sin dinero para comprar cigarros.
Décima:
Haga carrera política y diplomática hasta llegar a ser Secretario General de las Naciones Unidas. Entonces proclame el tabaco ilegal en el planeta y erradique completamente su cultivo.
Primera:
Fume objetos alternativos: trozos de moqueta, barras de pan, periódicos financieros. Procure no engancharse a esos vicios.
Segunda:
Lleve a cabo una terapia de choque: fume varios cientos de cigarrillos al día hasta que lo aborrezca. Si no tiene éxito, aumente la dosis. Procure no morir de cáncer antes de acabar la terapia.
Tercera:
Hágase amputar brazos y piernas para no tener forma de sujetar un cigarrillo.
Cuarta:
Contrate a diez o doce macarras para que, cada vez que usted saque un cigarrillo, lo rodeen diciendo: "Déjame un cigarrito, campeón".
Quinta:
Puesto que, según los expertos, es más difícil dejar el tabaco que la heroina, pase a consumir heroina y luego déjela. Así le será más fácil.
Sexta:
Cuando sienta deseos de fumarse un cigarrillo, cómase tres.
Séptima:
¿Siente deseos de fumar?. Acuda a un gimnasio y grite: " ¡Aquí no hay hombres!. ¡Todos contra mí, nenazas!".
Octava:
Envíe cartas al Ministerio de Hacienda hasta que consientan en multiplicar por cien los impuestos sobre las cajetillas de tabaco.
Novena:
Realice arriesgadas y estúpidas operaciones bursátiles hasta que se arruine completamente y se quede sin dinero para comprar cigarros.
Décima:
Haga carrera política y diplomática hasta llegar a ser Secretario General de las Naciones Unidas. Entonces proclame el tabaco ilegal en el planeta y erradique completamente su cultivo.