Buenos días sanmiguelinos/as. ¡FELIZ DIA PARA TODOS!. uNA CUANTAS TONTERÍAS... Para que Mari sonría....
-Papá, en la escuela me llaman tontito.
- ¿Y a mí qué..?
-Pos a tí tontazo.
-Cariño, esta tarde nos casamos, tienes que prometerme que no harás más locuras.
-Está bien mi amor, lo prometo. ¡ESTA SERÁ LA ULTIMA!.
- ¿Qué tal tu bebé?
-Muy bien, hace tres meses que camina-
- ¡ANDA!. Pues ya tiene que estar bastante lejos...
- ¡CARLITOS, cómo es posible que digas tantas tonterías!.
- ¡PROFE, es que me levanto muy temprano!. (igual que yo)
-Tengo un tío que gana un pastón pelando patatas.
- ¿En qué trabaja?, ¿Es ayudante de cocina?.
-No, trabaja en EL VATICANO, es peluquero.
- ¡Pepito, ponle la silla al caballo!.
- ¡Ya se la puse, pero no se quiere sentar!.
En el oftalmólogo.
- ¿Qué letra es esta que apunto con el dedo?
- ¿Qué dedo?.
En la peluquería.
-Señor, ¿le pongo champú al huevo?.
-No, limítese a la cabeza.
- ¿Cómo haces para que el perro no ladre en el asiento trasero del coche?.
- ¡Nada mujer, lo pongo en el asiento delantero!.
En la peluquería.
-Caballero, ¿le dejo el bigote?
- ¡No, gracias... ya tengo bastante con el mío!.
Si a estas horas de la mañana sois capaces de esbozar una pequeña sonrisa, es que sois muy jóvenes todavía.
-Papá, en la escuela me llaman tontito.
- ¿Y a mí qué..?
-Pos a tí tontazo.
-Cariño, esta tarde nos casamos, tienes que prometerme que no harás más locuras.
-Está bien mi amor, lo prometo. ¡ESTA SERÁ LA ULTIMA!.
- ¿Qué tal tu bebé?
-Muy bien, hace tres meses que camina-
- ¡ANDA!. Pues ya tiene que estar bastante lejos...
- ¡CARLITOS, cómo es posible que digas tantas tonterías!.
- ¡PROFE, es que me levanto muy temprano!. (igual que yo)
-Tengo un tío que gana un pastón pelando patatas.
- ¿En qué trabaja?, ¿Es ayudante de cocina?.
-No, trabaja en EL VATICANO, es peluquero.
- ¡Pepito, ponle la silla al caballo!.
- ¡Ya se la puse, pero no se quiere sentar!.
En el oftalmólogo.
- ¿Qué letra es esta que apunto con el dedo?
- ¿Qué dedo?.
En la peluquería.
-Señor, ¿le pongo champú al huevo?.
-No, limítese a la cabeza.
- ¿Cómo haces para que el perro no ladre en el asiento trasero del coche?.
- ¡Nada mujer, lo pongo en el asiento delantero!.
En la peluquería.
-Caballero, ¿le dejo el bigote?
- ¡No, gracias... ya tengo bastante con el mío!.
Si a estas horas de la mañana sois capaces de esbozar una pequeña sonrisa, es que sois muy jóvenes todavía.