No olvida Marcelino Camacho la locomotora número 531 que, junto a un grupo de ferroviarios, hizo descarrilar en la estación de Osma La Rasa (Soria) para impedir la comunicación de las tropas franquistas con Madrid. Tenía 18 años y eran los primeros meses de la Guerra Civil. Un año antes se había afiliado al PCE. Tras aquel episodio escapó al monte con su padre, guardaagujas y militante de la UGT, para acabar en el Cuerpo de Transmisiones del Ejército republicano.