SAN MIGUEL DE LA RIBERA: Caperucita era una niña muy simpática, mucho, y además...

Caperucita era una niña muy simpática, mucho, y además muy cariñosa, obediente solícita... su madre estaba encantada con élla y no había recado que le encargara, que ya estaba la niña dispuesta. Un día su madre le dijo:

-Caperucita, malas noticias, la abuela está sola con la gripe, quiero que vayas a verla y le lleves alguna galguería pero me da miedo el lobo, te lo pido por favor, hija, no le des conversación, tú a lo tuyo.

-Si, mami: No te preocupes, paso de él como de comer....................
- ¡Caperucita, mesura, por favor, que se note que vas a "LA PRIVADA"!.

Caperucita salió de casa cantando una de las Spice Girls, toda contenta pero el lobo la espíaba detrás de los árboles; algo raro este lobo, además de cotilla, pelota: Mirad lo que le dijo:

- ¡Hola, CAPERUCITA!. ¡Qué guapa estás, cómo has crecido, bbbbbonito corte de pelo, parece de LLONGUERAS!. ¿Qué llevas en la cestita?.
-Hola, llevo fruta y chucherías para mi abu.
-A ver, andaaaaa, mis chuches favoritas, no tengas miedo, tonta, me tienen harto, siempre metiéndose conmigo... pero sí yo soy un santo, de vez en cuando le he puesto la zancadilla a alguien, de ahí no paso, tronca. Tengo una propuesta, y nos lo vamos a tomar como un juego... bla, bla, bla..... Y convence a CAPERUCITA con el rollazo de los dos caminos, el corto y el largo, ¡igual que en BARRIO SESAMO!.

Mañana más.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Bueno chicos, pues el lobo con toda su capacidad de persuasión convenció a la blandengue de CAPERUCITA ROJA que escuchaba con la boca abierta la propuesta del taimado lobo (pero es que a las mujeres siempre nos han gustado los gamberros), ¡CAPERUCITA NO IBA A SER MENOS!.

Y se dejó engañar y encima se entretuvo por el Caminito verde y larrrrrrrrrrrrrrrrrrrgo, cogiendo florecitas para su yaya e iba cantando una de BISBAL, Bulería, bulería.... (Mi opinión personal es que a una niña pija no le va esta canción).

Se entretuvo que no veas, luego se puso a cantar en inglés y uno que la oyó se enrolló con ella y casi ligaron, hasta le dio una chuche de la cestita y todo.

Mientras, el lobo no perdió el tiempo, no. Llegó a casa de la abuelita, llamó y la abuela salió limpiándose las manos con el mandil pues la pilló pelando patatas para una tortilla; al parecer no estaba tan pachucha, o acaso se hacía la fuerte para darle un gusto a su nieta. ¡LAS ABUELAS SIEMPRE TAN SORPRENDENTES!.

Mañana más. ... (ver texto completo)