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SAN MIGUEL DE LA RIBERA: La experiencia de la clandestinidad le ayudó ...

La experiencia de la clandestinidad le ayudó
Durante las horas de ocupación del Congreso, Carrillo pensó que la situación “o la salvaba el Rey” o el golpe triunfaría, y entonces el país acabaría convertido en una “República bananera”. Ha admitido que temió que pudiera ser fusilado cuando fue separado –junto a Felipe González, Alfonso Guerra y el general Gutiérrez Mellado- del resto de los diputados, así como que no se cree “más valiente” que otros, sino que sus años de clandestinidad le habían preparado mejor para afrontar ese tipo de situaciones.

Trato "distinto" dentro del aislamiento
Una vez aislados en la Sala de los Relojes, cree que los guardias civiles tuvieron un trato “distinto” tanto con Gutiérrez Mellado como con él, y es que a González y a Guerra los pusieron “contra la pared”, y pensó que se “iba a liar”, pero a ellos no se lo pidieron. Ha narrado también cómo relevaron a uno de sus guardianes que tenía una actitud “extraña” cómo manipular constantemente su arma, pero no hubo “maltrato o grosería”.

El caldo de cultivo del golpe
Pero Carrillo ha centrado su intervención en subrayar una y otra vez el papel de Suárez. Para él, el rápido paso de unas Cortes de procuradores franquistas, “con sus generales, obispos y plutócratas” a otras democráticas, mientras se mantenía un “aparato de Estado” orientado y educado precisamente a evitar ese proceso, fue el caldo de cultivo del 23-F. Y es que “se había producido un cambio en la superficie, pero el fondo seguía siendo el mismo”