Hoy día, Egipto tiene 107 casos de gripe A, también conocida como gripe porcina, aunque ya no tiene ningún cerdo. La súbita ausencia de porcinos ha tenido consecuencias imprevistas y de gran alcance.
Cuando este año apareció un nuevo virus gripal en México, Egipto dio la orden drástica, y un tanto desmesurada, de sacrificar la entera población de cerdos (300.000) del país.
Los críticos condenaron la matanza considerándola una reacción de pánico y una acción discriminatoria contra la minoría cristiana que criaba a los cerdos. Las protestas se elevaron aún más al aparecer vídeos de la matanza, mostrando cómo se sepultaba vivos a los cerdos o se los arrojaba, también en vida, a una trituradora.
Los recolectores de basura en El Cairo solían utilizar los residuos orgánicos como alimento para los cerdos. Ahora su subsistencia está en peligro, y la basura está inundando las calles de la capital. Prácticamente todos los recolectores de basura pertenecen a la minoría cristiana cóptica de Egipto. El padre Samaan, respetado líder de esta comunidad, asegura que la matanza de cerdos ha tenido un efecto desastroso sobre su congregación.
Samaan explica que aproximadamente un 50% de su comunidad ha perdido al menos el 50% de sus ingresos. Muchos de ellos dependían por completo de los cerdos, y ahora se ven reducidos a la absoluta miseria. Es una tragedia de enormes proporciones.
Recicladores esenciales
El Cairo tiene alrededor de 30.000 recolectores de basura. Trabajan yendo puerta a puerta por la ciudad, y su eficiencia es tal que la capital egipcia tiene uno de los índices más altos de reciclaje del mundo, alrededor del 80%. Los cerdos eran un importante eslabón en la cadena de reciclaje.
Cuando este año apareció un nuevo virus gripal en México, Egipto dio la orden drástica, y un tanto desmesurada, de sacrificar la entera población de cerdos (300.000) del país.
Los críticos condenaron la matanza considerándola una reacción de pánico y una acción discriminatoria contra la minoría cristiana que criaba a los cerdos. Las protestas se elevaron aún más al aparecer vídeos de la matanza, mostrando cómo se sepultaba vivos a los cerdos o se los arrojaba, también en vida, a una trituradora.
Los recolectores de basura en El Cairo solían utilizar los residuos orgánicos como alimento para los cerdos. Ahora su subsistencia está en peligro, y la basura está inundando las calles de la capital. Prácticamente todos los recolectores de basura pertenecen a la minoría cristiana cóptica de Egipto. El padre Samaan, respetado líder de esta comunidad, asegura que la matanza de cerdos ha tenido un efecto desastroso sobre su congregación.
Samaan explica que aproximadamente un 50% de su comunidad ha perdido al menos el 50% de sus ingresos. Muchos de ellos dependían por completo de los cerdos, y ahora se ven reducidos a la absoluta miseria. Es una tragedia de enormes proporciones.
Recicladores esenciales
El Cairo tiene alrededor de 30.000 recolectores de basura. Trabajan yendo puerta a puerta por la ciudad, y su eficiencia es tal que la capital egipcia tiene uno de los índices más altos de reciclaje del mundo, alrededor del 80%. Los cerdos eran un importante eslabón en la cadena de reciclaje.