Como hizo en 2009, el líder del PP acudió a la
plaza de toros de su ciudad, que llenaron más de 10.000 simpatizantes, arropado por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los consejeros del gobierno gallego. En un ambiente festivo, pero no eufórico, Rajoy repitió la fórmula con la que aspira a llegar al Gobierno: no revelar su fórmula.