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SAN MIGUEL DE LA RIBERA: LOS SANTOS BARQUEROS...

LOS SANTOS BARQUEROS
Alli vivieron algunos años dedicados a la oración y a la penitencia. Pero desde su retiro veían pasar a los peregrinos que se dirigian a Santiago de Compostela. Unos llegaban enfermosy pasaban días amargos a la orilla del rio. Otros venian de la orilla opuesta, y se veian obligados a dar mil rodeos en busca del puente lejano.
Entonces con la parte de los bienes que guardaron para seguir socorriendo a los pobres, edificaron un pequeño hospital y una iglesia recoleta y devota. Todavía les sobró para comprar una barca que se balanceaba sobre las aguas. Desde aquel dia, despues de hacer sus oraciones en la iglesia, mientras Basilisa atendia el hospital y a los peregrinos enfermos, Julian cogía los remos e iba en busca de los que se acercaban a otra orilla del rio. Como la iglesia estaba dedicada a San Pedro, los peregrinos comenzaron a llamarla San Pedro de la Nave.
Y ahora os diré cómo se aseguró Julian de que estaba perdonado por Dios.
Era diciembre. Una noche fría y tempestuosa. El esla bramaba, y sus aguas, rompiendo los diques de sus orillas llegaba a tocar las puertas mismas de la cueva. Acurrucados en ella, los dos santos barqueros levantaban las manos al cielo pidiendo por los pobres peregrinos. De pronto se oyó una voz lastimera que rogaba:
Por amor de Dios, ¡Pasadme el río!
Julian no titubeó. Salto a la barca, y sobre las aguas encrespadas llegó a la otra orilla, y recogió a un pobre miserable que era el que habia pedido misericordia. Con todo amor y sin miedo al peligro lo condujo al hospital. Le calento al fuego, le despojó los andrajos, y le dio su pobre lecho como descanso.
Al dia siguiente, el pobre al despedirse le dice:
Julian. Dios esta satisfecho de tu penitencia. La misericordia lava los pecados.
Basilisa y tú estais próximos a ir juntos agozar la gloria delos bienaventurados.
Y desaparecio. ¿Quien era? ¿Era un angel mensajero?
¿Era Cristo mismo que tantas veces ha aparecido a los santos misericordiosos?
Lo cierto es que a los pocos días... Era siete de enero. Los dos Ermitaños habían estado toda la noche con los Santos Magos, ante la cuna del niño jesus, Los peregrinos notaron en la cueva un extraño silencio y un eco lejano de músicas. La barca se balanceaba sola en la orilla. Cuando los peregrinos fueron a la cueva hallaron a los dos santos como dormidos a los pies de la cuna: Habian muerto.