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SAN MIGUEL DE LA RIBERA: FINAL DE LOS SANTOS BARQUEROS...

FINAL DE LOS SANTOS BARQUEROS
Andaba Don Alfonso el Magno muy ocupado allá por los años de 888 en llenar de Iglesias los terrenos conquistados a los moros: Asi nacieron esos viejos templos de Asturias nacidos como nidos de aguilas entre aquellos riscos estratégicos.
Zamora debió mucho a la libertad del gran Rey. Limpió de enemigos el Duero, la prefirió como ciudad fronteriza, la rodeó de reedificadas murallas, y la doto de la iglesia del Salvador, que más tarde destruiría Almanzor.
Buscando descanso de sus fatigas, pidió a las orillas del Esla un lugar de reposo, y acerto a topar con la Ermita de los Santos Barqueros. Enterado de la historia, mandó edificar sobre ella la actual iglesia Visigotica, tan parecida, como hijas del mismo padre, a sus hermanas las asturianas.
Como éste gran monarca acababa de reedificar por entonces el famoso monasterio de Sahagún, a el anexiono la iglesia de San Pedro de la Nave y todos sus contornos, quedando sujeta a la jurisdicción benedictina hasta el siglo pasado, en los momentos de la exclaustración.
Los cuerpos de los santos barqueros quedaron sepultados bajo la nueva iglesia, y por permisión de Dios, al cabo de algunos siglos olvidados, un monje benito, cura de la parroquia los descubrió en un subterraneo el año 1601, y con gran acompañamiento de portugueses y españoles, los colocó con permiso del Abad de Zamora, Don Alonso del Corral, en el altar mayor.
Hoy por exigencias de la industria moderna, el pueblo encontró sepultura en las aguas embalsadas del Esla. Pero la iglesia se trasladó con todo el peso de sus recuerdos al pueblo nuevo, y alli estan los cuerpos de los santos barqueros.
Si vas por allí abre los ojos para ver la iglesia, y abre los labios para dirigirles una plegaria.