LA VIRGEN DORMIDA:
No moriréis, Sor Beatriz, dijo; El Señor querrá que lleguemos a Zamora donde nos espera un Tabor extraordinario, a juzgar por este camino de Calvario que nos conduce a ella. La Virgen nos acompañará. Sor Vicenta y Sor Juana que son sus devotas, rogaran por nosotras.
Ya lo hacemos, Madre,, respondieron las dos aludidas.
Siento la prueba, continuó Sor Ana, por esta pobre niña a la que hemos dado el hábito en Madrid, y que con tanta ilusión va a su nido de Zamora.
No moriréis, Sor Beatriz, dijo; El Señor querrá que lleguemos a Zamora donde nos espera un Tabor extraordinario, a juzgar por este camino de Calvario que nos conduce a ella. La Virgen nos acompañará. Sor Vicenta y Sor Juana que son sus devotas, rogaran por nosotras.
Ya lo hacemos, Madre,, respondieron las dos aludidas.
Siento la prueba, continuó Sor Ana, por esta pobre niña a la que hemos dado el hábito en Madrid, y que con tanta ilusión va a su nido de Zamora.