Un zamorano en la liga de las estrellas
El novillero retirado Gustavo Martín protagoniza en Las Ventas el último anuncio de la firma Adidas junto al mejor jugador de la NBA la pasada temporada, Derrick Rose
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Gustavo Martín junto al jugador de la NBA, Derrick Rose, en un descanso del rodaje realizado en agosto en Las Ventas.
Foto Gustavo Martín
MULTIMEDIA
Fotos de la noticia
IRENE GÓMEZ
Cuando Gustavo Martín decidió cortarse la coleta en la Feria de San Isidro de 1999 poco podía imaginar que doce años después volvería a vestirse de luces y a pisar el albero soñado por toda la tauromaquia. Tres veces había toreado el novillero zamorano el coso más importante del mundo. «La primera tarde me pegó una cornada muy fuerte», evoca emocionado Gustavo Martín; después fue el homenaje a Andrés Vázquez; y luego San Isidro, el sueño y también la realidad.
Era el punto y final. Eso creía. Porque Gustavo Martín, enfundado de nuevo en el traje de luces -esta vez de azul marino y oro- dará la vuelta al mundo, aunque no delante de un toro. La arena de Las Ventas se ha transformado en una singular cancha de baloncesto y su «enemigo» no es otro que Derrick Rose, base de los Chicago Bulls y MVP (mejor jugador de la liga americana en la temporada pasada), protagonista del último anuncio de la marca deportiva Adidas para promocionar unas botas de baloncesto.
Todo ocurrió este verano, cuando Gustavo Martín -ahora dedicado al mundo del vino como responsable comercial de la Bodega Liba y Deleite- recibió la llamada de su amigo el empresario taurino David Hebreros, al que le habían pedido que buscara toreros para un anuncio. «Pensé que me estaba tomando el pelo, que iba de coña. Yo, que llevaba retirado tantos años, no parecía que podía pintar mucho en eso. Pero me animó y allá que fui. Quién me iba a decir que doce años después iba a hacer otra vez el paseíllo vestido de luces».
Antes tendría que superar un casting. Y así fue. Gustavo quedó ganador entre los casi cuarenta aspirantes a participar en el anuncio con la estrella americana del basket. Entre ellos Canales Rivera, David Luguillano, El Gallo o Fernando Robleño. «Cuando vi a todos allí, todos en activo, pensé que era una encerrona y que no me iban a coger ni de coña», se sincera el ex novillero zamorano.
Pero no. Gustavo debió de convencer. Tandas con la derecha, con la izquierda, con la muleta, entradas a matar... En definitiva poses y pases taurinos para lidiar a un «toro» de 1,91 metros y casi noventa kilos de peso con acreditada fuerza para correr, sortear al oponente y encestar.
Tras una primera fase, en la final quedaron cuatro toreros: Juan Diego, Canales Rivera, Rey Vera y el propio Gustavo Martín. «En principio solo iba a salir un torero en el anuncio pero al final somos tres». Junto al zamorano pisan el coso Rey Vera y «El Macareno», también retirado de los ruedos y fichado a última hora.
«Fue una sorpresa cuando me llaman y me dicen que soy el preferido del director», comenta orgulloso el ex novillero, en esos momentos todavía sin creerse la proeza. Todo fue muy rápido. Del 17 al 20 de agosto se rodó el anuncio de la firma americana, donde juegan el partido tres matadores y dos rejoneadores, un equipo sobre la cancha de arena al que se enfrenta un Derrick Rose de rojo y negro, muy en consonancia con el ambiente de Las Ventas.
Fueron cuatro días de sesiones interminables, desde las 6.30 de la mañana hasta las 18.30 horas de la tarde. «Hubo días de más de 40 grados», cuenta Gustavo Martín. Con esa temperatura y embutido en un traje de luces, entran sudores solo de pensarlo. «Nos poníamos el traje desde por la mañana, parábamos a comer hacia la una y media y a las tres ya estábamos otra vez. A veces se hacía un poco pesado el rodaje pero todo el mundo era encantador, la verdad es que lo pasamos bien y la experiencia es inolvidable. La relación entre nosotros los toreros era muy buena y el jugador era bastante majo; el problema era el idioma, pero el tío era muy sencillo y pegaba unos botes que asustaba».
¿Qué sintió el matador al pisar de nuevo la Plaza de Las Ventas?. «No te voy a decir que el mismo miedo que cuando estaba en activo, pero casi. Volver a ese patio de cuadrillas... Desde luego es una sensación increíble», se sincera.
Muchas vivencias y anécdotas para apenas unos segundos de gloria, los que dura el anuncio de Adidas que dará la vuelta al mundo. La firma acaba de hacerlo público y ahí aparece Gustavo Martín encarado a su «enemigo» y dando un pase con la muleta en esta particular lidia donde el zamorano se preocupó de que toro y torero estuvieran en su sitio, de que la Fiesta respondiera a lo que es.
«Al principio planteaban el casting como un duelo en el que él (en referencia al jugador que hace de toro) te vencía, tenían en la cabeza un tipo Gladiator que derrota a los toreros, pero yo me negué a dar esa imagen porque no es real. Es un momento y delicado para la Fiesta como para no reflejar la realidad. Yo quería que hubiera un respeto, que se transmitiera una buena imagen porque un torero no se rinde, no podíamos aparecer ahí como lo que no somos. Yo no me rindo en mi vida». Satisfecho con el resultado de la grabación, Gustavo Martín considera que el equipo americano de producción «al final lo ha entendido».
Entiende el ex novillero zamorano que la promoción publicitaria «puede dar un apoyo a la Fiesta». Y lo dice con la mente puesta en la clausurada Plaza Monumental de Barcelona, donde el pasado fin de semana se celebraron las últimas corridas de toros tras la decisión del Parlamento catalán de prohibir el espectáculo en la Generalitat de Cataluña.
Que tuvo retuvo. Y Gustavo Martín, aunque retirado de los ruedos hace más de una década, vive la tauromaquia como algo muy íntimo. Así lo ha intentado transmitir en el anuncio, puramente americano pero con todo el acento español.
Centrado ahora en la bodega, en la promoción del vino Acontia, «roble español cien por cien», el ex novillero zamorano está dispuesto a «hacer todo en beneficio de la Fiesta». Aunque sea al lado de un gigante armado con un balón y mordiendo el polvo de Las Ventas a más de 40 grados.
El novillero retirado Gustavo Martín protagoniza en Las Ventas el último anuncio de la firma Adidas junto al mejor jugador de la NBA la pasada temporada, Derrick Rose
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Gustavo Martín junto al jugador de la NBA, Derrick Rose, en un descanso del rodaje realizado en agosto en Las Ventas.
Foto Gustavo Martín
MULTIMEDIA
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IRENE GÓMEZ
Cuando Gustavo Martín decidió cortarse la coleta en la Feria de San Isidro de 1999 poco podía imaginar que doce años después volvería a vestirse de luces y a pisar el albero soñado por toda la tauromaquia. Tres veces había toreado el novillero zamorano el coso más importante del mundo. «La primera tarde me pegó una cornada muy fuerte», evoca emocionado Gustavo Martín; después fue el homenaje a Andrés Vázquez; y luego San Isidro, el sueño y también la realidad.
Era el punto y final. Eso creía. Porque Gustavo Martín, enfundado de nuevo en el traje de luces -esta vez de azul marino y oro- dará la vuelta al mundo, aunque no delante de un toro. La arena de Las Ventas se ha transformado en una singular cancha de baloncesto y su «enemigo» no es otro que Derrick Rose, base de los Chicago Bulls y MVP (mejor jugador de la liga americana en la temporada pasada), protagonista del último anuncio de la marca deportiva Adidas para promocionar unas botas de baloncesto.
Todo ocurrió este verano, cuando Gustavo Martín -ahora dedicado al mundo del vino como responsable comercial de la Bodega Liba y Deleite- recibió la llamada de su amigo el empresario taurino David Hebreros, al que le habían pedido que buscara toreros para un anuncio. «Pensé que me estaba tomando el pelo, que iba de coña. Yo, que llevaba retirado tantos años, no parecía que podía pintar mucho en eso. Pero me animó y allá que fui. Quién me iba a decir que doce años después iba a hacer otra vez el paseíllo vestido de luces».
Antes tendría que superar un casting. Y así fue. Gustavo quedó ganador entre los casi cuarenta aspirantes a participar en el anuncio con la estrella americana del basket. Entre ellos Canales Rivera, David Luguillano, El Gallo o Fernando Robleño. «Cuando vi a todos allí, todos en activo, pensé que era una encerrona y que no me iban a coger ni de coña», se sincera el ex novillero zamorano.
Pero no. Gustavo debió de convencer. Tandas con la derecha, con la izquierda, con la muleta, entradas a matar... En definitiva poses y pases taurinos para lidiar a un «toro» de 1,91 metros y casi noventa kilos de peso con acreditada fuerza para correr, sortear al oponente y encestar.
Tras una primera fase, en la final quedaron cuatro toreros: Juan Diego, Canales Rivera, Rey Vera y el propio Gustavo Martín. «En principio solo iba a salir un torero en el anuncio pero al final somos tres». Junto al zamorano pisan el coso Rey Vera y «El Macareno», también retirado de los ruedos y fichado a última hora.
«Fue una sorpresa cuando me llaman y me dicen que soy el preferido del director», comenta orgulloso el ex novillero, en esos momentos todavía sin creerse la proeza. Todo fue muy rápido. Del 17 al 20 de agosto se rodó el anuncio de la firma americana, donde juegan el partido tres matadores y dos rejoneadores, un equipo sobre la cancha de arena al que se enfrenta un Derrick Rose de rojo y negro, muy en consonancia con el ambiente de Las Ventas.
Fueron cuatro días de sesiones interminables, desde las 6.30 de la mañana hasta las 18.30 horas de la tarde. «Hubo días de más de 40 grados», cuenta Gustavo Martín. Con esa temperatura y embutido en un traje de luces, entran sudores solo de pensarlo. «Nos poníamos el traje desde por la mañana, parábamos a comer hacia la una y media y a las tres ya estábamos otra vez. A veces se hacía un poco pesado el rodaje pero todo el mundo era encantador, la verdad es que lo pasamos bien y la experiencia es inolvidable. La relación entre nosotros los toreros era muy buena y el jugador era bastante majo; el problema era el idioma, pero el tío era muy sencillo y pegaba unos botes que asustaba».
¿Qué sintió el matador al pisar de nuevo la Plaza de Las Ventas?. «No te voy a decir que el mismo miedo que cuando estaba en activo, pero casi. Volver a ese patio de cuadrillas... Desde luego es una sensación increíble», se sincera.
Muchas vivencias y anécdotas para apenas unos segundos de gloria, los que dura el anuncio de Adidas que dará la vuelta al mundo. La firma acaba de hacerlo público y ahí aparece Gustavo Martín encarado a su «enemigo» y dando un pase con la muleta en esta particular lidia donde el zamorano se preocupó de que toro y torero estuvieran en su sitio, de que la Fiesta respondiera a lo que es.
«Al principio planteaban el casting como un duelo en el que él (en referencia al jugador que hace de toro) te vencía, tenían en la cabeza un tipo Gladiator que derrota a los toreros, pero yo me negué a dar esa imagen porque no es real. Es un momento y delicado para la Fiesta como para no reflejar la realidad. Yo quería que hubiera un respeto, que se transmitiera una buena imagen porque un torero no se rinde, no podíamos aparecer ahí como lo que no somos. Yo no me rindo en mi vida». Satisfecho con el resultado de la grabación, Gustavo Martín considera que el equipo americano de producción «al final lo ha entendido».
Entiende el ex novillero zamorano que la promoción publicitaria «puede dar un apoyo a la Fiesta». Y lo dice con la mente puesta en la clausurada Plaza Monumental de Barcelona, donde el pasado fin de semana se celebraron las últimas corridas de toros tras la decisión del Parlamento catalán de prohibir el espectáculo en la Generalitat de Cataluña.
Que tuvo retuvo. Y Gustavo Martín, aunque retirado de los ruedos hace más de una década, vive la tauromaquia como algo muy íntimo. Así lo ha intentado transmitir en el anuncio, puramente americano pero con todo el acento español.
Centrado ahora en la bodega, en la promoción del vino Acontia, «roble español cien por cien», el ex novillero zamorano está dispuesto a «hacer todo en beneficio de la Fiesta». Aunque sea al lado de un gigante armado con un balón y mordiendo el polvo de Las Ventas a más de 40 grados.