ESTUDIADA IMPROVISACIÓN
El "abuelo cebolleta" se cuela en la Conferencia del PSOE
C. R.
Rubalcaba se guardó un as para "agitar" a sus desanimados militantes y aunque con ello logró eclipsar completamente el adiós de Zapatero un micrófono abierto estropeó el golpe de efecto.
30 de septiembre de 2011 Compartir:
A pesar de ser "sorpresa", Rubalcaba prefirió entrar en el salón donde inauguraban la Conferencia Política seguido de Felipe González dejando a Zapatero en último lugar.
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Las encuestas pesan más sobre Rubalcaba que el "valorado" socialista
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A falta de un casi un milagro -según las encuestas- que reflote el barco socialista, el equipo de campaña del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba se valió este viernes, en la inauguración de la Conferencia Política del PSOE, de un "viejo" as para "agitar" no precisamente a los votantes, sino a sus desanimadas filas. El objetivo, ya lo había adelantado su jefa de campaña, Elena Valenciano, horas antes en una rueda de prensa: "Id y contadlo".
Tras el discurso del presidente del Grupo Parlamentario de los socialistas Europeos, Martin Schulz, el presidente de la Conferencia, José Antonio Griñán, en un supuesto arranque de improvisación invitaba al expresidente del Gobierno, Felipe González, a dirigirse a los 987 asistentes a esta primera jornada. "No sé si me invitan como agitador agitado o como fiel a un partido que no quiero que se sienta derrotado" arrancaba González un largo mítin en el que lanzó dardos a Angela Mérkel -"queremos una Alemania europea"- e incluso defendió que se saquen del IPC los precios del tabaco y del alcohol.
Sin embargo, al finalizar su intervención con la sala en pie rompiendo en aplausos, un micrófono le jugaba una mala pasada a la secretaria de Estado para la Cooperación, Soraya Rodríguez, a la que se le escapó un "Ay, el abuelo cebolleta" estropeando, de paso, el estudiado golpe de efecto de Rubalcaba con la irrupción "improvisada" de González, aunque desde prensa del PSOE asegurasen que se había tratado de un micrófono de ambiente.
Con su aparición, Rubalcaba pretendía dar un revulsivo a sus militantes pero al mismo tiempo logró que un ninguneado José Luis Rodríguez Zapatero quedase completamente eclipsado en uno de sus últimos discursos como presidente. Ya en su entrada en el salón de actos del Palacio municipal de Congresos de Madrid -en primer lugar Rubalcaba, seguido de González y Zapatero en último lugar-quedó patente el papel que se le permitiría jugar al aún presidente.
Sus agradecimientos a los barones del partido y miembros del Gobierno "por su apoyo incondicional" y su decaído "manos a la obra" apenas lograron arrancar el mismo entusiasmo que la intervención anterior. Aunque, al final, los titulares no se los llevaría ni siquiera González sino el "abuelo cebolleta".
Un ambiente de derrota
Ante las cámaras, las frases "por supuesto que queda partido", "estamos muy vivos" o "nos crecemos en la adversidad" fueron las más repetidas.
Así lo hicieron el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el lendakari vasco, Patxi López, el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández-Vara, el de los andaluces, José Antonio Griñán, el de los madrileños, Tomás Gómez o un sobreactuado ex ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar -" ¡Coraje, coraje, coraje"- a su llegada este viernes al Palacio de Congresos para la inauguración de la Conferencia Política del partido. Pero apagados los micrófonos, en corrillos y entre compañeros, el ambiente reinante y evidente era de desánimo.
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El "abuelo cebolleta" se cuela en la Conferencia del PSOE
C. R.
Rubalcaba se guardó un as para "agitar" a sus desanimados militantes y aunque con ello logró eclipsar completamente el adiós de Zapatero un micrófono abierto estropeó el golpe de efecto.
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A pesar de ser "sorpresa", Rubalcaba prefirió entrar en el salón donde inauguraban la Conferencia Política seguido de Felipe González dejando a Zapatero en último lugar.
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A falta de un casi un milagro -según las encuestas- que reflote el barco socialista, el equipo de campaña del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba se valió este viernes, en la inauguración de la Conferencia Política del PSOE, de un "viejo" as para "agitar" no precisamente a los votantes, sino a sus desanimadas filas. El objetivo, ya lo había adelantado su jefa de campaña, Elena Valenciano, horas antes en una rueda de prensa: "Id y contadlo".
Tras el discurso del presidente del Grupo Parlamentario de los socialistas Europeos, Martin Schulz, el presidente de la Conferencia, José Antonio Griñán, en un supuesto arranque de improvisación invitaba al expresidente del Gobierno, Felipe González, a dirigirse a los 987 asistentes a esta primera jornada. "No sé si me invitan como agitador agitado o como fiel a un partido que no quiero que se sienta derrotado" arrancaba González un largo mítin en el que lanzó dardos a Angela Mérkel -"queremos una Alemania europea"- e incluso defendió que se saquen del IPC los precios del tabaco y del alcohol.
Sin embargo, al finalizar su intervención con la sala en pie rompiendo en aplausos, un micrófono le jugaba una mala pasada a la secretaria de Estado para la Cooperación, Soraya Rodríguez, a la que se le escapó un "Ay, el abuelo cebolleta" estropeando, de paso, el estudiado golpe de efecto de Rubalcaba con la irrupción "improvisada" de González, aunque desde prensa del PSOE asegurasen que se había tratado de un micrófono de ambiente.
Con su aparición, Rubalcaba pretendía dar un revulsivo a sus militantes pero al mismo tiempo logró que un ninguneado José Luis Rodríguez Zapatero quedase completamente eclipsado en uno de sus últimos discursos como presidente. Ya en su entrada en el salón de actos del Palacio municipal de Congresos de Madrid -en primer lugar Rubalcaba, seguido de González y Zapatero en último lugar-quedó patente el papel que se le permitiría jugar al aún presidente.
Sus agradecimientos a los barones del partido y miembros del Gobierno "por su apoyo incondicional" y su decaído "manos a la obra" apenas lograron arrancar el mismo entusiasmo que la intervención anterior. Aunque, al final, los titulares no se los llevaría ni siquiera González sino el "abuelo cebolleta".
Un ambiente de derrota
Ante las cámaras, las frases "por supuesto que queda partido", "estamos muy vivos" o "nos crecemos en la adversidad" fueron las más repetidas.
Así lo hicieron el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, el lendakari vasco, Patxi López, el líder de los socialistas extremeños, Guillermo Fernández-Vara, el de los andaluces, José Antonio Griñán, el de los madrileños, Tomás Gómez o un sobreactuado ex ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar -" ¡Coraje, coraje, coraje"- a su llegada este viernes al Palacio de Congresos para la inauguración de la Conferencia Política del partido. Pero apagados los micrófonos, en corrillos y entre compañeros, el ambiente reinante y evidente era de desánimo.
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