La lotera posa con el cartel del número premiado que no se llegó a vender.
Foto Emilio Fraile
JUDIT CALVO Íntegro y a ultima hora. Así se devolvieron desde la Administración número 7 de la capital los décimos del número 61.680, que resultó ser el primer premio del sorteo de la Lotería Nacional de ayer sábado.
Un millón de euros se habrían repartido en la capital si el número se hubiera vendido, «pero a la gente no le gusta el cero, si la terminación es en nueve o en siete seguro que era distinto», se pronuncian fuentes del establecimiento, situado en la calle Pablo Morillo. Poco antes de las 12.30 horas de la mañana de ayer, los responsables de la administración, al ver que el número no tenía salida, lo devolvieron sin haber vendido ni un solo décimo, «es una lástima este tipo de situaciones», lamentan desde es establecimiento que regenta Manuela Martín, y más si cabe al no ser la primera vez que les ocurre una anécdota similar.
Un frutero cercano a la administración se negó a llevarse a casa el número 21.555 porque «no le gustaba», así como una clienta que llegó poco después y tampoco lo compró por el mismo motivo. En aquella ocasión, recuerdan, se dejaron allí 200 mil euros, con la consiguiente rabia al conocer la fortuna que resultó traer consigo aquel número desechado.
Aún así, los responsables del negocio aseguran que «no nos podemos quejar. Hemos dado otras veces el gordo de la Lotería Nacional, y el segundo y tercer premio de El Niño», se pronuncian lo loteros, que aunque reconocen que esta vez la suerte ha pasado de largo frente a ellos, ven con optimismo los próximos sorteos que quedan por llegar y por repartir «muchos millones».
Con 100.000 euros al décimo, la cantidad con la que estaba premiado cada uno de los boletos, la crisis golpearía menos fuerte en los hogares de los zamoranos tocados por la suerte, aunque conocido el desenlace, mejor no hacerse ilusiones.
Foto Emilio Fraile
JUDIT CALVO Íntegro y a ultima hora. Así se devolvieron desde la Administración número 7 de la capital los décimos del número 61.680, que resultó ser el primer premio del sorteo de la Lotería Nacional de ayer sábado.
Un millón de euros se habrían repartido en la capital si el número se hubiera vendido, «pero a la gente no le gusta el cero, si la terminación es en nueve o en siete seguro que era distinto», se pronuncian fuentes del establecimiento, situado en la calle Pablo Morillo. Poco antes de las 12.30 horas de la mañana de ayer, los responsables de la administración, al ver que el número no tenía salida, lo devolvieron sin haber vendido ni un solo décimo, «es una lástima este tipo de situaciones», lamentan desde es establecimiento que regenta Manuela Martín, y más si cabe al no ser la primera vez que les ocurre una anécdota similar.
Un frutero cercano a la administración se negó a llevarse a casa el número 21.555 porque «no le gustaba», así como una clienta que llegó poco después y tampoco lo compró por el mismo motivo. En aquella ocasión, recuerdan, se dejaron allí 200 mil euros, con la consiguiente rabia al conocer la fortuna que resultó traer consigo aquel número desechado.
Aún así, los responsables del negocio aseguran que «no nos podemos quejar. Hemos dado otras veces el gordo de la Lotería Nacional, y el segundo y tercer premio de El Niño», se pronuncian lo loteros, que aunque reconocen que esta vez la suerte ha pasado de largo frente a ellos, ven con optimismo los próximos sorteos que quedan por llegar y por repartir «muchos millones».
Con 100.000 euros al décimo, la cantidad con la que estaba premiado cada uno de los boletos, la crisis golpearía menos fuerte en los hogares de los zamoranos tocados por la suerte, aunque conocido el desenlace, mejor no hacerse ilusiones.