Luz y gas para ti
Un hombre herido por una cornada en el encierro de calle de Fuentelapeña
El aficionado, vecino del pueblo, cruzaba hacia la merina cuando se vio sorprendido por el novillo
El espectáculo urbano resultó más animado que el de campo, donde los astados se mostraron sosos
Un hombre herido por una cornada en el encierro de calle de Fuentelapeña
MULTIMEDIA
Fotos de la noticia
I. G. Un hombre resultó ayer herido por asta de toro el encierro celebrado ayer en Fuentelapeña con motivo de las fiestas. Se trata de un vecino de la propia localidad que fue sorprendido por el astado casi al término del encierro por las calles del pueblo cuando, justo en el momento que cruzaba, fue alcanzado por el novillo y recibió una cornada en el momento que iba a entrar en las merinas. Tras la primera asistencia en el pueblo, el herido fue trasladado al Complejo Hospitalario de Zamora.
Fue el incidente más destacado de una jornada taurina que había comenzado con el tradicional encierro por el campo, donde se soltaron tres novillos que se presentaron «sosos y sin fuerza», según la conclusión del aficionado guarratino, Juan Pascual.
La sorprendente pasividad pudo tener su causa en el cansancio que acumularon los novillos el día anterior en el concurso de cortes, donde tuvieron un comportamiento extraordinario que hizo vibrar a la afición. Tanto fue el juego que dieron sobre la arena que llegaron a salir hasta cinco veces a la plaza. Todo lo contrario de ayer en el campo, sin apenas arrancadas pese a las provocaciones de los caballos y los aficionados a pie.
Los novillos se mostraban cansados en un paraje que les debe resultar familiar, pues se han criado en una finca ganadera de Fuentelapeña muy cercana a donde se desarrollaba el espante. Llegaron a bajar hasta cuatro veces, dirigidos por los caballos pero después no arremetían provocando cierta desesperación entre la afición que hoy tendrá la oportunidad de disfrutar de un nuevo espante.
El aficionado, vecino del pueblo, cruzaba hacia la merina cuando se vio sorprendido por el novillo
El espectáculo urbano resultó más animado que el de campo, donde los astados se mostraron sosos
Un hombre herido por una cornada en el encierro de calle de Fuentelapeña
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I. G. Un hombre resultó ayer herido por asta de toro el encierro celebrado ayer en Fuentelapeña con motivo de las fiestas. Se trata de un vecino de la propia localidad que fue sorprendido por el astado casi al término del encierro por las calles del pueblo cuando, justo en el momento que cruzaba, fue alcanzado por el novillo y recibió una cornada en el momento que iba a entrar en las merinas. Tras la primera asistencia en el pueblo, el herido fue trasladado al Complejo Hospitalario de Zamora.
Fue el incidente más destacado de una jornada taurina que había comenzado con el tradicional encierro por el campo, donde se soltaron tres novillos que se presentaron «sosos y sin fuerza», según la conclusión del aficionado guarratino, Juan Pascual.
La sorprendente pasividad pudo tener su causa en el cansancio que acumularon los novillos el día anterior en el concurso de cortes, donde tuvieron un comportamiento extraordinario que hizo vibrar a la afición. Tanto fue el juego que dieron sobre la arena que llegaron a salir hasta cinco veces a la plaza. Todo lo contrario de ayer en el campo, sin apenas arrancadas pese a las provocaciones de los caballos y los aficionados a pie.
Los novillos se mostraban cansados en un paraje que les debe resultar familiar, pues se han criado en una finca ganadera de Fuentelapeña muy cercana a donde se desarrollaba el espante. Llegaron a bajar hasta cuatro veces, dirigidos por los caballos pero después no arremetían provocando cierta desesperación entre la afición que hoy tendrá la oportunidad de disfrutar de un nuevo espante.