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SAN MIGUEL DE LA RIBERA: Un millar de empleadas del hogar zamoranas regulariza...

Un millar de empleadas del hogar zamoranas regulariza su situación
Cerca de la mitad de las trabajadoras de este colectivo prestaba su servicio dentro de la economía sumergida

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Una empleada del hogar limpia el cristal de una puerta. Foto L. O. Z.
M. J. F. Cerca de un millar de empleadas del hogar de la provincia ya cotizan en el Régimen General de la Seguridad Social tras acogerse al proceso de regularización de este colectivo, que se inició a principios de año y concluyó el pasado 31 de julio. Una vez finalizado este periodo transitorio, los últimos datos recogidos hasta el pasado 31 de julio por la Dirección Provincial de la Seguridad Social revelan que ya son 986 personas las que han decidido formalizar su situación.

Teniendo en cuenta que a 31 de diciembre de 2011 la cifra de afiliadas al anterior Régimen Especial de Empleadas del Hogar ascendía a más de 500 personas, esto supone que el otro medio millar restante que ahora se han inscrito al Régimen General de la Seguridad Social prestaban con anterioridad sus servicios sin estar dadas de alta, es decir, que desarrollaban su actividad dentro de la economía sumergida.

Desde el inicio de este proceso de regularización a principios de año se ha producido un aumento gradual en la cifra de trabajadoras del hogar que se han afiliado al Régimen General. Así, si en enero sólo se produjeron 60 nuevas altas, en febrero subieron a 2010, en marzo a 330 y en abril a 410. En mayo, la cifra de nuevas afiliaciones aumentó a 503, seguida de las 704 de junio hasta las 986 del mes de julio.

El cambio del régimen especial de trabajadoras del hogar al régimen general de la Seguridad Social supone una serie de destacadas ventajas para este colectivo. Entre ellas se encuentra el cobro de la prestación por incapacidad temporal desde el cuarto día de baja frente a los 29 que tenía que esperar dentro del anterior régimen especial. Además, el empleador tiene la obligación de dar de alta a las contratadas desde la primera hora de servicio, mientras que antes las trabajadores que realizaran menos de 72 horas o tuvieran más de un empleador no tenían la obligación de cotizar.

El cabeza de familia o empleador es el responsable de regularizar la situación de las empleadas que prestan servicios en su domicilio de forma similar a una empresa. Para ello cuenta con una bonificación de un 20% en el pago de las cuotas a la Seguridad Social hasta el 2014. En caso de no cumplir con la obligación e dar de alta a las trabajadoras, las familias se exponen a penalizaciones, tanto a través de sanciones económicas como mediante el pago de las prestaciones pendientes a favor de la contratada.

Entre las lagunas que deja pendiente la nueva normativa se encuentra la falta de cobro de prestaciones por desempleo, aunque sí se contemplan indemnizaciones en caso de despidos que sean declarados improcedentes. Otro de los inconvenientes de este proceso de regularización es la falta de mecanismos de control e inspección para detectar su incumplimiento o el sobrecoste para los contratantes.