TANIA SUTIL Las futuras parejas que decidan darse el «sí quiero» en la capital podrán cambiar la austeridad de la sala de comisiones o del salón de Plenos del Ayuntamiento por el encanto de otros espacios públicos como el recién remodelado Castillo o las hace poco inauguradas Aceñas de Olivares. Una posibilidad tentadora para los futuros contrayentes que pondrá en marcha a corto plazo el Ayuntamiento de Zamora tras la aprobación de una ordenanza reguladora de matrimonios civiles que elabora el equipo de Gobierno para llevarlo a Pleno en una de las próximas sesiones. El objetivo de esta modificación es doble: por una parte, dar respuesta a la solicitud que formulan muchas parejas para celebrar la ceremonia en otra ubicación diferente al salón de Plenos aduciendo motivos de espacio o razones sentimentales. Con el reglamento en vigor, no es posible atender esta petición al figurar en el texto que «no podrán celebrarse matrimonios en otros edificios o sedes distintos a los señalados», es decir, al salón de Plenos y a la sala de comisiones. El segundo objetivo de esta modificación es regularizar la ampliación del horario para dar un mayor servicio. El reglamento actual contempla que los matrimonios civiles se celebrarán de lunes a viernes, de 12.00 a 14.00 horas. No obstante, al no establecer una prohibición expresa, los concejales celebran tanto por la tarde como los sábados los enlaces.
La nueva ordenanza recoge el desarrollo de ceremonias «en cualquier espacio de titularidad pública» siempre y cuando esté disponible, sea apto y esté debidamente acondicionado. Estos cambios dejan la puerta abierta a la posibilidad de que en un futuro puedan acondicionarse otros espacios como el Castillo para la celebración de matrimonios. En cualquier caso, la pareja deberá contar siempre con la autorización municipal correspondiente y, en su caso, el permiso de la administración titular. El matrimonio no podrá celebrarse en espacios privados.
La nueva ordenanza recoge el desarrollo de ceremonias «en cualquier espacio de titularidad pública» siempre y cuando esté disponible, sea apto y esté debidamente acondicionado. Estos cambios dejan la puerta abierta a la posibilidad de que en un futuro puedan acondicionarse otros espacios como el Castillo para la celebración de matrimonios. En cualquier caso, la pareja deberá contar siempre con la autorización municipal correspondiente y, en su caso, el permiso de la administración titular. El matrimonio no podrá celebrarse en espacios privados.