Es una “Laguna” encantada, mágica…; viéronse en su día animales, muchos animales: vacunos, caprunos, ovejunos…; hoy hay todos los que uno quiera ver ¡!
Está llena a rebosar de multitud de cosas, además de lo que a simple vista se ve; si te pones los lentes de la fantasía y sueltas la “nazada” de la imaginación, puedes adentrarte en el mundo maravilloso de:
“los pollos revolados”, incluso entrar en el “corro de la patata” y cantar una “cantinerita”, o decir que en tus manos está el “polvorón”, y que el “pañuelo” lo tienes detrás y ni lo ves ni lo verás. Imaginarte una “aceitera y una vinagrera” juntas, o que estás en el “Valle de las carrasquillas” y te tomas una “copa de aguardiente” fuerte, fuerte, y sentirte “la reina de los mares”; o incluso después de un “pasimisín” ver caer “una oveja medorra” no muy lejos del saltarín “zorro-pico-zaina”, que compite en “Colores” con el “escondite” y los “Ladrones”; esconder “el cinto” y poder decir: “alupé, alupé, sentadita me quedé” en el “cochecito leré”.
La Laguna…, en las medias noches de verano aún se pueden oir, escuchar; además de los débiles cantos de bellas sirenas…, el croar excitante y cansino de las ranas; el incesante “cri-cri” de los grillos y chicharras, que acerca la suave y fresca brisa de la noche. Y ya, de cara a la madrugada, soñar que: los mozos rondan y gorjean aún a sus morenas: “Levántate morenita, levántate resalada…”
Está llena a rebosar de multitud de cosas, además de lo que a simple vista se ve; si te pones los lentes de la fantasía y sueltas la “nazada” de la imaginación, puedes adentrarte en el mundo maravilloso de:
“los pollos revolados”, incluso entrar en el “corro de la patata” y cantar una “cantinerita”, o decir que en tus manos está el “polvorón”, y que el “pañuelo” lo tienes detrás y ni lo ves ni lo verás. Imaginarte una “aceitera y una vinagrera” juntas, o que estás en el “Valle de las carrasquillas” y te tomas una “copa de aguardiente” fuerte, fuerte, y sentirte “la reina de los mares”; o incluso después de un “pasimisín” ver caer “una oveja medorra” no muy lejos del saltarín “zorro-pico-zaina”, que compite en “Colores” con el “escondite” y los “Ladrones”; esconder “el cinto” y poder decir: “alupé, alupé, sentadita me quedé” en el “cochecito leré”.
La Laguna…, en las medias noches de verano aún se pueden oir, escuchar; además de los débiles cantos de bellas sirenas…, el croar excitante y cansino de las ranas; el incesante “cri-cri” de los grillos y chicharras, que acerca la suave y fresca brisa de la noche. Y ya, de cara a la madrugada, soñar que: los mozos rondan y gorjean aún a sus morenas: “Levántate morenita, levántate resalada…”