Desde hace unos meses me viene sucediendo algo que, perdónenme, debo contar. En una gran superficie cercana a mi
casa la zona de librería está en la misma entrada, un poco escorada a la derecha. Pues bien, cada vez que accedo a la zona de alimentación debo encontrarme, inexorablemente, con la lista de libros más vendidos en el citado centro y aprovecho la circunstancia para echarla un vistazo. Hasta aquí todo bien, lo malo de asunto es que durante semanas, quizá meses, el libro nº 1 de ventas ha
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