Con los cables del tendido eléctrico en algunos sitios llenos de golondrina y aviones, a la espera de las tímidas aguas. Se despidió el verano, llegando el otoño y las escasas lluvias. Que ya sabemos que le cuesta llover. Después del agua el sol y con el sol, la explosión de las hormigas reinas expulsadas de sus hormigueros. Festín extraordinario para que golondrina y aviones emprendan el camino hacia donde pasan el invierno. Aquí quedan en los aleros de los tejados sus nidos a la espera de la próxima ... (ver texto completo)