Cuando uno tiene poco tiempo para ver un lugar, sólo tiene el asombro," explica Neuman, poco antes de participar en una charla en el Instituto Cervantes, en la ciudad de Utrecht. En este último libro, agrega, "traté de aplicar una mirada apresurada pero, al mismo tiempo, intuitiva, a mi aterrizaje en cada capital, porque esa primera impresión es enormemente sensorial, irracional".