C. G. Juan Mateos Montero, el zamorano residente en Madrid que cree haber descubierto un remedio contra el cáncer ha comunicado su descubrimiento a la Real Academia de Ciencias de Suecia. «Estoy seguro de haber depositado mi descubrimiento en el lugar más apropiado, aunque soy consciente del tremendo impacto que la noticia, de darse, produciría en el sector dedicado a la investigación y tratamiento de esta enfermedad. Pero hay otro sector enorme, el de afectados, cuyos intereses estoy seguro primarán sobre los anteriores».
Aunque convencido de que su remedio funciona, Mateos no quiere entrar en ningún tipo de polémicas o de problemas legales y pretende que un organismo científico reconocido otorgue el marchamo a su descubrimiento, pero evitando una posible especulación en caso de éxito. «Como referí al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, las sustancias que estoy manejando son definidas e identificables. A ello quiero añadir que todas las cuestiones de comportamiento de las mismas ya han sido estudiadas y valoradas científicamente. Luego está lo que por mi parte descubro en una de ellas, que es la acción reveladora de su efectividad y selectividad en el cáncer de piel, una vez conseguida la dosificación externa correcta», explica el zamorano.
Esta persona, que no procede del mundo de la medicina, explica que el remedio funcionó en el caso de su suegra, que «para mí y todos cuantos lo conocieron, es indiscutible». Mateos afirma que ha apostado por depositar su descubrimiento en manos de la Real Academia de Ciencias de Suecia para que sus conocimientos «se investiguen más a fondo».
Aunque convencido de que su remedio funciona, Mateos no quiere entrar en ningún tipo de polémicas o de problemas legales y pretende que un organismo científico reconocido otorgue el marchamo a su descubrimiento, pero evitando una posible especulación en caso de éxito. «Como referí al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, las sustancias que estoy manejando son definidas e identificables. A ello quiero añadir que todas las cuestiones de comportamiento de las mismas ya han sido estudiadas y valoradas científicamente. Luego está lo que por mi parte descubro en una de ellas, que es la acción reveladora de su efectividad y selectividad en el cáncer de piel, una vez conseguida la dosificación externa correcta», explica el zamorano.
Esta persona, que no procede del mundo de la medicina, explica que el remedio funcionó en el caso de su suegra, que «para mí y todos cuantos lo conocieron, es indiscutible». Mateos afirma que ha apostado por depositar su descubrimiento en manos de la Real Academia de Ciencias de Suecia para que sus conocimientos «se investiguen más a fondo».