VALLADOLID, ICAL El miembro del Cuerpo de Bomberos de Valladolid Óscar Vega, mostró ayer de nuevo su lado más humano y señaló que cuando vio al niño de dos años que rescató el viernes entre los escombros provocados por el terremoto de Haití se emocionó y fue un momento de euforia cuando le pudo dar agua después de 52 horas allí abajo.
Este leonés de nacimiento aseguró en una entrevista concedida a la Cadena Ser que se encuentran «bien y más relajados». Recuerda que su grupo, compuesto por siete bomberos de Castilla y León y los de la Comunidad de Madrid, estaba centrado en la parte de la Universidad, donde había un edificio colapsado con 63 personas. «Se nos acercó una persona que tenía su casa cerca y que había un niño cuya voz se oía. A medida que nos acercábamos escuchábamos su humilde voz y a partir de ahí nos pusimos mano a mano», comentó.
Además, debido a que aún no disponían de medios, al ser de los primeros equipos de rescate en llegar al lugar, fueron sacando piedra a piedra porque el edificio, que era unifamiliar y de dos plantas, «estaba colapsado». «Era un poco precario y había que hacerlo con mucho cuidado», escenificó.
También recuerda que hubo un momento «crítico» cuando, con el agujero bastante grande y cerca del niño,
Este leonés de nacimiento aseguró en una entrevista concedida a la Cadena Ser que se encuentran «bien y más relajados». Recuerda que su grupo, compuesto por siete bomberos de Castilla y León y los de la Comunidad de Madrid, estaba centrado en la parte de la Universidad, donde había un edificio colapsado con 63 personas. «Se nos acercó una persona que tenía su casa cerca y que había un niño cuya voz se oía. A medida que nos acercábamos escuchábamos su humilde voz y a partir de ahí nos pusimos mano a mano», comentó.
Además, debido a que aún no disponían de medios, al ser de los primeros equipos de rescate en llegar al lugar, fueron sacando piedra a piedra porque el edificio, que era unifamiliar y de dos plantas, «estaba colapsado». «Era un poco precario y había que hacerlo con mucho cuidado», escenificó.
También recuerda que hubo un momento «crítico» cuando, con el agujero bastante grande y cerca del niño,