El Papa ha atacado frontalmente a la educación laica, ha subrayado que no puede guardar silencio ante "otra amenaza a la libertad religiosa de las familias en algunos países europeos", en los que "se impone la participación en cursos de educación sexual o cívica que transmiten concepciones de la persona y la vida presuntamente neutras, pero que en realidad reflejan una antropología contraria a la fe y a la recta razón". La frase ha parecido una referencia implícita a la asignatura de Educación para la Ciudadanía aprobada por el Gobierno socialista español.