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Cáncer de mama: ensayo pionero contra la recaída
Publicado el: 13 de Abril 2011 - 11:40 de la mañana | Por Sergio Acosta (Clínica Universidad Navarra)
Categorías: cáncer de mama Clínica Universidad de Navarra vacunas
La Clínica Universidad de Navarra, España ha iniciado un ensayo clínico pionero en el mundo para intentar con vacunas personalizadas reducir las recaídas en cáncer de mama. Se trata de elaborar las vacunas con células de la propia paciente y sólo en determinados tumores de mama.

Para comprobar la eficacia de la aplicación de las vacunas autólogas –elaboradas con células dendríticas del sistema inmune de la paciente y estimuladas con su propio tumor– se debe reducir la progresión del cáncer de mama en un subgrupo determinado de esta enfermedad, en aquel en el que las células tumorales no expresan la proteína HER2.

El estudio, pionero en el mundo en aplicar en tumores de mama esta terapia combinada con el tratamiento convencional, tiene como investigadora principal a la doctora Marta Santisteban, coordinadora del Área de Cáncer de Mama del Departamento de Oncología Médica de la Clínica Universidad de Navarra, quien lidera un equipo de investigadores de este centro hospitalario y del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra, en España.

Descarga o escucha la entrevista con la Dra. Marta Santisteban

El ensayo cuenta con la participación de un equipo del Complejo Hospitalario de Navarra, para poder captar la mayor cantidad de pacientes.

Los resultados preliminares respecto a un aumento de respuestas del tumor (reducción de su tamaño e incluso desaparición) a los tratamientos combinados de quimioterapia e inmunoterapia de este ensayo clínico podrían obtenerse en mayo de 2012, según explica a Radio Nederland la doctora Santsteban.

Fase de reclutamiento
El ensayo mantiene abierta la fase de reclutamiento de pacientes. La investigación se dirige a mujeres diagnosticadas de cáncer de mama en estadíos II y III, correspondientes a tumores no metastásicos, de más de 2 cm, con o sin afectación ganglionar, según indica la doctora Santisteban. Las pacientes que participen en el ensayo clínico recibirán el tratamiento convencional además de las vacunas personalizadas cuya eficacia se investiga con este ensayo.

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La terapia convencional para estos tipos de tumor consiste en ocho ciclos de quimioterapia de entrada, para reducir el volumen de enfermedad. Después se procede a la cirugía de extirpación del tumor y terminar así con la aplicación de las sesiones de radioterapia correspondientes. Además, existe un subgrupo de pacientes con determinadas características que se beneficiarán de tratamiento hormonal. En el ensayo clínico, las mujeres seleccionadas recibirán las dosis de vacunas autólogas durante la quimioterapia anterior a la cirugía) y como posterior mantenimiento.
“El proyecto complementa el tratamiento oncológico tradicional con un calendario vacunal de dos años de duración. Como se ha explicado, las vacunas se administrarán de forma integrada con el tratamiento estándar que le corresponda a la paciente con esta enfermedad” explica la doctora Santisteban.
“El mínimo de vacunas que se inyectarán a cada paciente será de 6 y el máximo de 14” que según la doctora es una cantidad muy racional y sin grandes inconvenientes, ya que una sola vez se tomará la muestra de la paciente antes de la quimioterapia para fabricarla.

Elaboración de las vacunas
Las vacunas se elaboran en el laboratorio GMP de Terapia Celular de la Clínica Universidad de Navarra con las células tumorales extraídas de la propia paciente. Para ello, se realiza una biopsia del tumor. Una vez procesadas las células tumorales, de ellas se obtienen los antígenos (molécula capaz de inducir una respuesta del sistema inmune) propios de ese tumor.

Según detalla la doctora Santisteban, a la paciente se le extraen también células de su sistema inmunológico. “En el laboratorio GMP se ponen en contacto los antígenos del tumor con las células del sistema inmune para conseguir que las propias defensas de la paciente reconozcan al tumor como una amenaza para su organismo y lo puedan atacar. Así, con las células dendríticas obtenidas de su sistema inmune, procesadas después con los antígenos del propio tumor, se elaboran las vacunas contra la enfermedad que se administrarán a esa determinada paciente”, apunta la doctora Santisteban.

El objetivo que se persigue con estos preparados, indica la oncóloga, “reside en estimular el sistema inmune de cada paciente para que reconozca las células tumorales y favorezca su destrucción. En definitiva, se trata de reforzar el sistema inmune para defender al organismo de las células tumorales”.
El tratamiento con vacunas autólogas o personalizadas para cada paciente se ha probado con éxito en otro tipo de tumores, si bien es la primera vez que se aplica en cáncer de mama localizado en un esquema anterior al tratamiento quirúrgico y de mantenimiento para evitar la recaída, advierte la investigadora.