La Trashumancia es un sistema de explotación ganadera consistente en el desplazamiento de los rebaños de ganado y sus cuidadores de los pastos de verano del norte del país a los Inviernos situados en regiones cuyas condiciones climáticas y ecológicas las hacen más benigna como es el caso de Extremadura. Este sistema fue impulsado desde la Baja Edad Media especialmente con la protección que los monarcas dieron a los ganaderos trashumante agrupados en el Honrado Concejo de la Mesta (siglo XIII) y se mantuvo hasta entrado el siglo XIX, en el cual los cerramientos de fincas, la abolición de la Mesta y la desamortización civil de 1855 asentaron duros golpes a la trashumancia tradicional, aunque, sin suponer por ello su desaparición. En la actualidad el traslado en ferrocarril sustituye en todo o en parte el viaje a pie por las vías pecuarias y los contratos de arrendamiento sustituyen a los antiguos privilegios de posesión de La Mesta. A pesar de todo Extremadura sigue siendo el bastión del sistema trashumante en nuestro país, dándose cita invernal unas cien mil cabezas de ganado menor otras veintisiete mil de ganado mayor.