El Ayuntamiento de la localidad de Santa Clara de Avedillo se encuentra en un estado de «ingobernabilidad» tras la dimisión de tres de los cinco miembros que componen la corporación municipal, por lo que desde la Diputación se ha decidido crear una comisión gestora que ayude a devolver la estabilidad al municipio.
El presidente de la institución provincial, Fernando Martínez Maíllo, explicó que en los últimos dos meses de han producido las dimisiones de tres de los cinco concejales de Santa Clara, todos ellos del Partido Popular, y sólo quedan dos: una de ellas es Mercedes Otero, del PP, esposa del ex alcalde y que se ha convertido en la alcaldesa, y una segunda del PSOE, Cecilia Hernández.
Los motivos por los que la actual alcaldesa justificó estas dimisiones han sido «asuntos personales», sin querer entrar en detalles sobre el suceso protagonizado por el anterior primer edil, Enrique López Llamas, el pasado mes de julio.
En concreto, el que fuera alcalde del municipio hasta el pasado mes de julio presentó su dimisión tras ser detenido por amenazar con un revolver a los porteros de una discoteca de la capital, en un momento en el que, según los informes policiales, presentaba síntomas de embriaguez.
En aquel momento, el ex alcalde, Enrique López Llamas, se mostró muy arrepentido por todo lo sucedido y explicó que lo que portaba era un revolver decorativo, «regalo de un armero y que estaba sin terminar, por lo que no disparaba ni tenía munición».
Ante esta situación y, tras pasar varias horas en los calabozos, López Llamas decidió presentar su renuncia al cargo que fue aceptada por todos.
Esta dimisión, sumada a las otras dos de su mismo partido, ha provocado la situación de «ingobernabilidad» que no permite a las dos concejalas sacar proyectos adelante.
De ahí que desde la Diputación se haya decidido crear una comisión gestora, que estará formada por las dos concejalas que todavía tiene el Ayuntamiento y otros tres miembros. Estos tres miembros serán elegidos por PP entre vecinos de la localidad que quieran formar parte de la gestora y, una vez configurada, se informará a la Junta Electoral Central para su posterior aprobación en un pleno extraordinario.
Fernando Martínez Maíllo espera que esta situación se pueda solucionar «dentro de la normalidad», aunque, en caso de no poder formarse la gestora en las próximas semanas, se verán obligados a convocar elecciones, algo a lo que en un principio Martínez Maíllo espera no tener llegar.
El presidente de la Diputación Provincial aprovechó para pedir una reforma de la Ley Electoral que permita a este tipo de Ayuntamientos de municipios de menos de 250 habitantes tener suplentes de los ediles, ya que «en ese caso se hubiera solucionado el problema antes», afirmó Martínez Maíllo. La localidad cuenta con 213 habitantes
El presidente de la institución provincial, Fernando Martínez Maíllo, explicó que en los últimos dos meses de han producido las dimisiones de tres de los cinco concejales de Santa Clara, todos ellos del Partido Popular, y sólo quedan dos: una de ellas es Mercedes Otero, del PP, esposa del ex alcalde y que se ha convertido en la alcaldesa, y una segunda del PSOE, Cecilia Hernández.
Los motivos por los que la actual alcaldesa justificó estas dimisiones han sido «asuntos personales», sin querer entrar en detalles sobre el suceso protagonizado por el anterior primer edil, Enrique López Llamas, el pasado mes de julio.
En concreto, el que fuera alcalde del municipio hasta el pasado mes de julio presentó su dimisión tras ser detenido por amenazar con un revolver a los porteros de una discoteca de la capital, en un momento en el que, según los informes policiales, presentaba síntomas de embriaguez.
En aquel momento, el ex alcalde, Enrique López Llamas, se mostró muy arrepentido por todo lo sucedido y explicó que lo que portaba era un revolver decorativo, «regalo de un armero y que estaba sin terminar, por lo que no disparaba ni tenía munición».
Ante esta situación y, tras pasar varias horas en los calabozos, López Llamas decidió presentar su renuncia al cargo que fue aceptada por todos.
Esta dimisión, sumada a las otras dos de su mismo partido, ha provocado la situación de «ingobernabilidad» que no permite a las dos concejalas sacar proyectos adelante.
De ahí que desde la Diputación se haya decidido crear una comisión gestora, que estará formada por las dos concejalas que todavía tiene el Ayuntamiento y otros tres miembros. Estos tres miembros serán elegidos por PP entre vecinos de la localidad que quieran formar parte de la gestora y, una vez configurada, se informará a la Junta Electoral Central para su posterior aprobación en un pleno extraordinario.
Fernando Martínez Maíllo espera que esta situación se pueda solucionar «dentro de la normalidad», aunque, en caso de no poder formarse la gestora en las próximas semanas, se verán obligados a convocar elecciones, algo a lo que en un principio Martínez Maíllo espera no tener llegar.
El presidente de la Diputación Provincial aprovechó para pedir una reforma de la Ley Electoral que permita a este tipo de Ayuntamientos de municipios de menos de 250 habitantes tener suplentes de los ediles, ya que «en ese caso se hubiera solucionado el problema antes», afirmó Martínez Maíllo. La localidad cuenta con 213 habitantes