El topónimo de
Santa Cruz de Abranes está vinculado a su ubicación, en una tierra de nadie, un lugar apartado,
fuente de antiguas y arduas disputas entre
España y
Portugal. En este estado de cosas, los intercambios lingüísticos, culturales, económicos y sociales han sido una constante entre los pobladores de ambos lados de la frontera.
Una derivación del verbo portugués “Abranger” que significa abarcar, ceñir, apretar, abrazar, así como la influencia del término castellano “Brahones” de idéntico significado, parecen ser el origen de su nombre que vendría a significar algo así como “La cruz que abraza”.