Es una de las muchas
bodegas que hay en
Santa María. Estas bodegas fueron hechas en cerros a pico y pala, durante los duros y largos
inviernos de hace muchos, muchos años. Los habitantes de Santa María, ya pocos todavía hacen el vino en ellas de forma tradicional, pisando las uvas, o con la viga. No se debe perder esta
tradición, si queda alguien que sea capaz de continuarla.