En 1476, los toresanos partidarios de Isabel la Cátolica, acordaron sublevarse contra los portugueses que ocupaban la ciudad.
El gobernador Juan de Ulloa, valedor de la Beltraneja, envió a la horca a todos los conjurados, pero ordenó dar garrote vil a Antonia García, esposa de Juan de Monroy en la reja de su misma casa.
La reina Católica tras su entrada en Toro, mandó dorar esa reja en desagravio.
El gobernador Juan de Ulloa, valedor de la Beltraneja, envió a la horca a todos los conjurados, pero ordenó dar garrote vil a Antonia García, esposa de Juan de Monroy en la reja de su misma casa.
La reina Católica tras su entrada en Toro, mandó dorar esa reja en desagravio.