En un libro sobre la
historia de
Toro del año 1923 el autor haciendo de curioso realiza la siguiente pregunta: ¿Qué lugares, hoy despoblados rodearon a Toro en el contorno más próximo a la población? Y responde el autor del libro: Paradinas, a la derecha del
camino a
Salamanca a Poniente del
edificio aún llamado el
Mesón de Paradinas, al
Sendero de los Molendores, que es por el que los de
Valdefinjas vienen al
molino que está frente al mesón. Todavía en 1617 se pagaba el coste de subir una
campana a la
torre de su
iglesia, lo que prueba que en tal fecha aun era poblado.
Ateniéndonos a los datos documentales, tenemos que el
joven Sebastián nace en una
familia de escultores; en Toro vive, en 1560, un entallador llamado Juan de Ucete, cuya obra desconocemos casi totalmente; otro
escultor, de mismo nombre y apellido, nacería, quizás en la misma ciudad, hacia 1533, autor del
San Juan de Pinilla, entre las obras conservadas, y de las desaparecidas de los
retablos mayores de la iglesia de San Juan de Morales de Toro, del de Valdefinjas, y del sepulcro del Conde de Villalonso. Juan Ducete el Joven (1549-1613) en años avanzados de su vida, de una intensa labor artística, se asocia en trato de Compañía con su sobrino Sebastián Ducete para la realización del
retablo de Valdefinjas (
Zamora) el año de 1595, asociación que se rompe el año de 1597 y de la que es muestra muy significativa el
Calvario de Pinilla de Toro (Zamora).
La iglesia, actualmente en
ruinas, oculta muchos secretos, entre sus escombros se han hallado restos humanos, documentos de nacimientos, diarios y toda una serie de libros que datan del siglo XVIII, algún esotérico ha llegado a mencionar que es un lugar propicio para que se den fenómenos paranormales, como pueden ser las psicofonias.