J. V., VENIALBO Las coplas ante el gallo pusieron ayer el broche de oro a la quintada de 2009 en Venialbo, que este año han protagonizado diez jóvenes. A lo largo del pasado fin de semana, coincidiendo con la fiesta de las Candelas que se ha adelantado para facilitar la participación de los jóvenes, los quintos han sido protagonistas en una serie de actos que comenzaron el pasado viernes con los preparativos de la limonada y una discoteca móvil por la noche, y concluyeron ayer con el gallo.
Numerosos vecinos se dieron cita en el popular ritual que tiene por protagonistas por un lado a los jóvenes, vestidos de militar y subidos a lomos de los caballos, y por otro al galo, que aparece en una jaula.
El recital de coplas comenzó con la presentación de las mismas a cargo de Mario Pérez, quien actuó de capitán. Después Sergio Garretas y Fran Merchán protagonizaron la primera «reñida» para dar paso a Marta Delgado, con su propia relación. Francisco de Dios y Víctor Merchán contaron también sus cuitas ante el ave, y después lo hizo Mónica Palacios, para concluir la tradición de nuevo con las palabras del capitán.
Junto a estos quintos han formado parte de la quintada también Silvia Santarén, Tamara Vélez y Aarón Sánchez, aunque no recitaron las relaciones.
Fue la invocación ante el gallo el acto central de un fin de semana intenso, que comenzaba el viernes con baile y seguía el sábado con una jornada de caza en el monte Coto, de propiedad municipal.
A la misma se apuntaron los quintos con sus familiares y amigos, además de numerosos vecinos de Venialbo, disfrutando todos ellos del día de caza con los galgos, interrumpido al mediodía con la tradicional comida campera que, como viene siendo habitual, ofrece el restaurador del Venialbo aunque asentado en Madrid, Manuel Cuadrado. Esta vez, el cocinero, que siempre sorprende con sus guisos, deleitó a los vecinos con un arroz con coliflor y tropezones de calamares.
La jornada se completó con un disputado partido entre la Unión Deportiva Venialbense y el Moraleja Club de Fútbol que concluyó con un empate a 3. Los familiares, padres y quintos se reunieron en un restaurante de la localidad para la cena de hermandad y terminar la jornada del sábado con verbena.
Ayer, los quintos protagonizaron la misa, la procesión a la Virgen y el ofrecimiento del Niño Jesús.
La quintada cerró así su reinado, que había comenzado con la puesta del Mayo.
Numerosos vecinos se dieron cita en el popular ritual que tiene por protagonistas por un lado a los jóvenes, vestidos de militar y subidos a lomos de los caballos, y por otro al galo, que aparece en una jaula.
El recital de coplas comenzó con la presentación de las mismas a cargo de Mario Pérez, quien actuó de capitán. Después Sergio Garretas y Fran Merchán protagonizaron la primera «reñida» para dar paso a Marta Delgado, con su propia relación. Francisco de Dios y Víctor Merchán contaron también sus cuitas ante el ave, y después lo hizo Mónica Palacios, para concluir la tradición de nuevo con las palabras del capitán.
Junto a estos quintos han formado parte de la quintada también Silvia Santarén, Tamara Vélez y Aarón Sánchez, aunque no recitaron las relaciones.
Fue la invocación ante el gallo el acto central de un fin de semana intenso, que comenzaba el viernes con baile y seguía el sábado con una jornada de caza en el monte Coto, de propiedad municipal.
A la misma se apuntaron los quintos con sus familiares y amigos, además de numerosos vecinos de Venialbo, disfrutando todos ellos del día de caza con los galgos, interrumpido al mediodía con la tradicional comida campera que, como viene siendo habitual, ofrece el restaurador del Venialbo aunque asentado en Madrid, Manuel Cuadrado. Esta vez, el cocinero, que siempre sorprende con sus guisos, deleitó a los vecinos con un arroz con coliflor y tropezones de calamares.
La jornada se completó con un disputado partido entre la Unión Deportiva Venialbense y el Moraleja Club de Fútbol que concluyó con un empate a 3. Los familiares, padres y quintos se reunieron en un restaurante de la localidad para la cena de hermandad y terminar la jornada del sábado con verbena.
Ayer, los quintos protagonizaron la misa, la procesión a la Virgen y el ofrecimiento del Niño Jesús.
La quintada cerró así su reinado, que había comenzado con la puesta del Mayo.