Ya está bien de hablar de la plaza. Los tiempos cambian y todo hay que renovarlo.La nostalgia de otros tiempos hace que los mayores añoremos la antigua plaza, como las antiguas escuelas, pero ¿es que nosotros no hemos cambiado? y por desgracia no para mejor... Una cosa es la éstética y otra la utilidad, y ha quedado bastante bien. En cuanto a la utilidad en un pueblo no hay distancias.