Cada uno tiene su identidad formada, pero la semilla viene siempre del mismo semillero, despues cada uno lo disfraza como quiere.
Dicen que el pueblo que olvida su historia, pierde su identidad, yo digo que el que olvida sus raices no tiene historia.
Para mi el pueblo fue el principio de mi libro de vida, aunque quiza haya cambiado, aun recuerdo sus chimeneas humeantes en invierno, la nieve que nos hacia jugar con muñecos, el trajin de tractores marcando sus ruedas llenas de barro camino de los campos de remolacha, maiz y patatas, los largos balidos de los pocos rebaños de ovejas y mujidos de vacas deseosas de heno y paja limpia en los corrales, de yuntas de mulas arrastrando los arados que marcaban su surco por las calles aun sin asfaltar, del toque de campanas `por manos expertas, de sueños de libros marcados, camino de la escuela con nuestros babis de color azul los niños y blancos las niñas.
Un sin fin de imagenes, que al igual que en el cine que echaban los domingos, suelen revivir epocas, aunque insonoras, pero llenas de vida y luz.
Mi pueblo que es como un perro dormido en lo alto del monte cobijando sus cachorros para que un dia le hagan sentirse mas vivo
Y por ahora me conformo con soñar ese mundo y saborear las imagenes de tardes de verano con sus mujeres oyendo sus novelas por la radio, mientras cosen unos calcetines quebrados por el sudor del trabajo, los gritos alborozados de niños jugando, de risas, de llantos, de gritos de vida y al amanecer el olor de leche con cola cao, a pan recien hecho en la unica panaderia que existia, a la alegria de tener telefono publico y a esperar noticias del cartero.
En fin a soñar que aqui se empieza lo que debemos continuar, quiza lejos, pero que al final soñamos siempre en volver a empezar.
Minombre es JULIO, mi padre es MANUEL y mis hermanas MANOLITA y NAZARET y el trozo de mi recuerdio que era mi madre JULIA, descansa en ese cementerio al igual que mi abuelo.
Perdonar la falta de acentos, mi ordenador me falla en algunas teclas.
Un hijo mas y un abrazo desde SEVILLA
.
Dicen que el pueblo que olvida su historia, pierde su identidad, yo digo que el que olvida sus raices no tiene historia.
Para mi el pueblo fue el principio de mi libro de vida, aunque quiza haya cambiado, aun recuerdo sus chimeneas humeantes en invierno, la nieve que nos hacia jugar con muñecos, el trajin de tractores marcando sus ruedas llenas de barro camino de los campos de remolacha, maiz y patatas, los largos balidos de los pocos rebaños de ovejas y mujidos de vacas deseosas de heno y paja limpia en los corrales, de yuntas de mulas arrastrando los arados que marcaban su surco por las calles aun sin asfaltar, del toque de campanas `por manos expertas, de sueños de libros marcados, camino de la escuela con nuestros babis de color azul los niños y blancos las niñas.
Un sin fin de imagenes, que al igual que en el cine que echaban los domingos, suelen revivir epocas, aunque insonoras, pero llenas de vida y luz.
Mi pueblo que es como un perro dormido en lo alto del monte cobijando sus cachorros para que un dia le hagan sentirse mas vivo
Y por ahora me conformo con soñar ese mundo y saborear las imagenes de tardes de verano con sus mujeres oyendo sus novelas por la radio, mientras cosen unos calcetines quebrados por el sudor del trabajo, los gritos alborozados de niños jugando, de risas, de llantos, de gritos de vida y al amanecer el olor de leche con cola cao, a pan recien hecho en la unica panaderia que existia, a la alegria de tener telefono publico y a esperar noticias del cartero.
En fin a soñar que aqui se empieza lo que debemos continuar, quiza lejos, pero que al final soñamos siempre en volver a empezar.
Minombre es JULIO, mi padre es MANUEL y mis hermanas MANOLITA y NAZARET y el trozo de mi recuerdio que era mi madre JULIA, descansa en ese cementerio al igual que mi abuelo.
Perdonar la falta de acentos, mi ordenador me falla en algunas teclas.
Un hijo mas y un abrazo desde SEVILLA
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