No puedo ver esta
foto y no comentarla, me emociona ver a mi abuelo mas que a la
iglesia, todo sea dicho. Mi abuelo Teodomiro Herrero Bragado, a sus noventa y cuatro años, y aunque en la foto parece estar curvado, no es así, estaría mirando algo. Desde aquí le mando un beso muy grande, aunque suelo ir a mi
pueblo mas o menos cada dos meses.
Por cierto qué bonitos recuerdos, cuando he leído los comentarios de los
veranos que pasábamos, jugando al sereno, mojándonos con el
agua de la
fuente, comprando
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