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Desconozco el texto del periódico de Benavente, por lo que deducirás que no soy Agapito, pero no quiero dejar de salir al paso de tus asertos, punto por punto:
Es verdad, los nuevos deberán demostrarlo. Los otros ya lo han demostrado. Lo sabemos; y a lo mejor, más que vamos a saber. Pero tú nos podrías adelantar de donde les viene a algunos su incremento patrimonial y sobre todo de qué han vivido durante muchos años.
Sobre “el concejo”, dices “más bien parece una casa (¿) de pena” . Yo he querido leer otra cosa que no te has atrevido a escribir, quizá por el hecho de andar tu por allí merodeando, y confundirte con una de ellas, ¿verdad señora mía?
Sepas que es la casa de todos, lo que no era antes, y eso te parece una casa de pena. Tú al diálogo, al entendimiento, a escuchar a la gente, a servir a los demás, a trabajar en equipo lo llamas río revuelto. Eso es DE-MO-CRA-CIA. Que lo digan las Peñas y quien se acerca ahora al ayuntamiento a gestionar cualquier cosa.
Es verdad, también, se ha ido voluntariamente, pero para seguir manejando los hilos de la alcaldía y que nadie le molestara en la residencia, pero le salió mal la jugada. Se quedó sin alcalde, y ahora ¿qué? Pues ahora en coherencia con su “voluntariado” debería irse, también, de la residencia. ¿Acaso no estaba allí por ser alcaldesa? Como ya no lo es ¿qué pinta todavía allí? Estará esperando que el nuevo alcalde y los nuevos concejales ejerzan su autoridad y ocupen los puestos que les corresponden por Ley y la inviten por las buenas a marcharse, porque voluntariamente ya se ve que no tiene intención, hasta ahora, que yo sepa. Y ¡hombre! tampoco es cosa de ordenar su desalojo a los Geos, creo yo,
La amenaza que ciernes sobre el adelantamiento de la historia de “Antonio el de Silvano” como tu le llamas, es tan conocida en el pueblo que no hace falta repetirla, ocurrió delante de varias personas: Por lo tanto es más conocida que la Puerta Villa.
Pero te invito a que nos des tu versión, hija mía. ¡Agapito, tiembla!
Voy a procurar leer el referido artículo y comprobar las mentiras que nos hablas, pero podías habernos dado un par de ellas como ejemplo.
De cualquier manera aprovecho para agradecer a Agapito su labor de crítica, (firmada y rubricada) en los medios de comunicación. Os escoció mucho esa labor crítica ¿verdad?
Se nota a la legua, ahora y antes, ya que nadie salió en el mismo medio a rebatir sus afirmaciones, lo que demuestra que estaba en lo cierto.
Es verdad, los nuevos deberán demostrarlo. Los otros ya lo han demostrado. Lo sabemos; y a lo mejor, más que vamos a saber. Pero tú nos podrías adelantar de donde les viene a algunos su incremento patrimonial y sobre todo de qué han vivido durante muchos años.
Sobre “el concejo”, dices “más bien parece una casa (¿) de pena” . Yo he querido leer otra cosa que no te has atrevido a escribir, quizá por el hecho de andar tu por allí merodeando, y confundirte con una de ellas, ¿verdad señora mía?
Sepas que es la casa de todos, lo que no era antes, y eso te parece una casa de pena. Tú al diálogo, al entendimiento, a escuchar a la gente, a servir a los demás, a trabajar en equipo lo llamas río revuelto. Eso es DE-MO-CRA-CIA. Que lo digan las Peñas y quien se acerca ahora al ayuntamiento a gestionar cualquier cosa.
Es verdad, también, se ha ido voluntariamente, pero para seguir manejando los hilos de la alcaldía y que nadie le molestara en la residencia, pero le salió mal la jugada. Se quedó sin alcalde, y ahora ¿qué? Pues ahora en coherencia con su “voluntariado” debería irse, también, de la residencia. ¿Acaso no estaba allí por ser alcaldesa? Como ya no lo es ¿qué pinta todavía allí? Estará esperando que el nuevo alcalde y los nuevos concejales ejerzan su autoridad y ocupen los puestos que les corresponden por Ley y la inviten por las buenas a marcharse, porque voluntariamente ya se ve que no tiene intención, hasta ahora, que yo sepa. Y ¡hombre! tampoco es cosa de ordenar su desalojo a los Geos, creo yo,
La amenaza que ciernes sobre el adelantamiento de la historia de “Antonio el de Silvano” como tu le llamas, es tan conocida en el pueblo que no hace falta repetirla, ocurrió delante de varias personas: Por lo tanto es más conocida que la Puerta Villa.
Pero te invito a que nos des tu versión, hija mía. ¡Agapito, tiembla!
Voy a procurar leer el referido artículo y comprobar las mentiras que nos hablas, pero podías habernos dado un par de ellas como ejemplo.
De cualquier manera aprovecho para agradecer a Agapito su labor de crítica, (firmada y rubricada) en los medios de comunicación. Os escoció mucho esa labor crítica ¿verdad?
Se nota a la legua, ahora y antes, ya que nadie salió en el mismo medio a rebatir sus afirmaciones, lo que demuestra que estaba en lo cierto.