Escribo este mensaje por alusiones, ya que, en tanto hijo de Pablo Román, me considero uno de esos que "lo aguantan a diario", como señala el participante ese que "no se alegra del homenaje". A él van dirigidas estas líneas.
Este tipo de mensajes que regularmente tenemos que padecer, en los que ciertos paisanos atacan sin motivo a otros, me hace suponer varias cosas:
1.- Que la envidia no sólo es deporte nacional, sino además una modalidad lúdica autóctona de mi pueblo, muchos de cuyos habitantes (no todos, por fortuna) están en condiciones de competir a nivel internacional con enormes posibilidades de éxito.
2.- Que es en extremo sencillo actuar con el supuesto anonimato que proporciona Internet, sobre todo cuando se utiliza para agredir o zaherir. No para criticar, ya que la crítica, cuando es constructiva, enriquece el diálogo. El uso de una herramienta como este foro, que es lugar de encuentro e intercambio de opiniones, para el insulto gratuito e injustificado, aparte de menoscabar la propia herramienta, retrata muy bien a quienes se dedican a esta actividad. Y sobre todo retrata muy bien su inteligencia y lucidez, reptando ambas al nivel del encefalograma plano.
3.- Que el refrán "cree el ladrón que todos son de su condición" es bien apropiado para los sujetos antedichos, que suponen que, con no poner nombre ni firma alguna, son totalmente anónimos. Como si algunos no pudiéramos deducir, por medio de su gramática, su propia identidad. Y sin esfuerzo alguno.
La suerte que tenemos es que los insultadores profesionales, aunque dispongan de tiempo libre, carecen aún de la capacidad mental, gramática y cívica suficiente como para ser tomados en serio. Ánimo, pues, con los complicados cuadernos de preescolar.
Pablo Román Feliz.
Este tipo de mensajes que regularmente tenemos que padecer, en los que ciertos paisanos atacan sin motivo a otros, me hace suponer varias cosas:
1.- Que la envidia no sólo es deporte nacional, sino además una modalidad lúdica autóctona de mi pueblo, muchos de cuyos habitantes (no todos, por fortuna) están en condiciones de competir a nivel internacional con enormes posibilidades de éxito.
2.- Que es en extremo sencillo actuar con el supuesto anonimato que proporciona Internet, sobre todo cuando se utiliza para agredir o zaherir. No para criticar, ya que la crítica, cuando es constructiva, enriquece el diálogo. El uso de una herramienta como este foro, que es lugar de encuentro e intercambio de opiniones, para el insulto gratuito e injustificado, aparte de menoscabar la propia herramienta, retrata muy bien a quienes se dedican a esta actividad. Y sobre todo retrata muy bien su inteligencia y lucidez, reptando ambas al nivel del encefalograma plano.
3.- Que el refrán "cree el ladrón que todos son de su condición" es bien apropiado para los sujetos antedichos, que suponen que, con no poner nombre ni firma alguna, son totalmente anónimos. Como si algunos no pudiéramos deducir, por medio de su gramática, su propia identidad. Y sin esfuerzo alguno.
La suerte que tenemos es que los insultadores profesionales, aunque dispongan de tiempo libre, carecen aún de la capacidad mental, gramática y cívica suficiente como para ser tomados en serio. Ánimo, pues, con los complicados cuadernos de preescolar.
Pablo Román Feliz.