Mi comentario desaparece por tercera vez, pero yo insisto:
Para el Sr. Carricajo: Se nota su perdonable desinformación debido a que no vive en el pueblo, según dice. Por favor, entérese, y opine con conocimiento de causa de los temas actuales.
En cuanto a los calificativos que aplica a los concejales de la oposición, se ve que no tiene ni idea de quienes son, tanto ellos como sus familiares. Ni conoce sus antecedentes. Usted habla por hablar e imputa a unos respetables señores y señora un calificativo impropio de quienes tienen como principal norma de conducta su honradez. Rectifique, por favor, si sabe.
Y por último, el libro de don Agapito. ¿Usted lo podría contar mejor? Hágalo. Pero sin rezumar odio, ni deseos de venganza ni de revanchismo; sino para rescatar del olvido y para conocimientos de las nuevas generaciones el buen nombre de todos aquellos inocentes que pagaron con su vida, (no hay mayor precio), por algo de lo que no tenían culpa.
Sorpréndanos con su historia como nos dice, pero infórmese bien, antes de dar nombres, no sea que se equivoque como con el puente.
Don Agapito ha escrito un libro que sólo, creo yo, pretendía, rescatar del olvido a ese puñado de inocentes, unos muertos en el campo de batalla y otros en un paredón o en una cuneta de carretera. Pero todos juntos, en el mismo libro, sin calificativos de buenos y de malos. Yo creo que lo ha conseguido, al fin y al cabo como él no lo vivió, las fuentes de información habrán sido los familiares de las propias víctimas, y algunas otras. Pero no ha cargado tintas para nadie. Yo lo he leído y solo veo objetividad en su prosa. Claro que todo es criticable, hasta el novel de literatura, si usted quiere.
¿Y usted juzga de aceptable toda una gestión política por el mero hecho de que le guste la programación cultural del verano? ¡Amosanda hombre! ¿Sabe lo que tenemos el resto del año? Y las obras, ¿A cuales se refiere? Permítame decirle que le noto algo desorientado. Usted perdone.
MAP.
Para el Sr. Carricajo: Se nota su perdonable desinformación debido a que no vive en el pueblo, según dice. Por favor, entérese, y opine con conocimiento de causa de los temas actuales.
En cuanto a los calificativos que aplica a los concejales de la oposición, se ve que no tiene ni idea de quienes son, tanto ellos como sus familiares. Ni conoce sus antecedentes. Usted habla por hablar e imputa a unos respetables señores y señora un calificativo impropio de quienes tienen como principal norma de conducta su honradez. Rectifique, por favor, si sabe.
Y por último, el libro de don Agapito. ¿Usted lo podría contar mejor? Hágalo. Pero sin rezumar odio, ni deseos de venganza ni de revanchismo; sino para rescatar del olvido y para conocimientos de las nuevas generaciones el buen nombre de todos aquellos inocentes que pagaron con su vida, (no hay mayor precio), por algo de lo que no tenían culpa.
Sorpréndanos con su historia como nos dice, pero infórmese bien, antes de dar nombres, no sea que se equivoque como con el puente.
Don Agapito ha escrito un libro que sólo, creo yo, pretendía, rescatar del olvido a ese puñado de inocentes, unos muertos en el campo de batalla y otros en un paredón o en una cuneta de carretera. Pero todos juntos, en el mismo libro, sin calificativos de buenos y de malos. Yo creo que lo ha conseguido, al fin y al cabo como él no lo vivió, las fuentes de información habrán sido los familiares de las propias víctimas, y algunas otras. Pero no ha cargado tintas para nadie. Yo lo he leído y solo veo objetividad en su prosa. Claro que todo es criticable, hasta el novel de literatura, si usted quiere.
¿Y usted juzga de aceptable toda una gestión política por el mero hecho de que le guste la programación cultural del verano? ¡Amosanda hombre! ¿Sabe lo que tenemos el resto del año? Y las obras, ¿A cuales se refiere? Permítame decirle que le noto algo desorientado. Usted perdone.
MAP.